lunes, 24 de noviembre de 2008

La agenda del Hoyo

Hermanos:

Como seguro ya les he contado estoy trabajando en una iniciativa que persigue luchar contra la corrupción en nuestra sociedad.

El próximo domingo 30 de este mes tendremos nuestra Asamblea Constitutiva. La idea es darle personalidad jurídica al grupo de organizaciones que están apoyando este esfuerzo.

Como parte de los trabajos previos a la Asamblea me ha tocado recorrer la región Sur y la región Nordeste del país, sosteniendo reuniones con las organizaciones que participan en este Espacio de La Lucha Contra la Corrupción ( La Lucha ) www.lalucha.com.do

Ha sido una experiencia extraordinaria. Es reconfortante y esperanzador encontrar gente buena trabajando por una República Dominicana transparente, digna, incluyente y solidaria. Para mi ha sido un encontrarme con la calidad de hombres y mujeres con las que compartí en mi niñez y en mi juventud. El neoliberalismo y el postmodernismo no han podido destruir los valores tradicionales de la sociedad dominicana.

Ya les contaré de la Asamblea en la próxima entrega.

Ahora a lo nuestro.

Hoy les traigo dos poemas rescatados de una de las agendas en donde escribíamos los contertulios del Hoyo Negro, un bar de orillas al que solíamos asistir, en noches de bohemia, un grupo de amigos. Yo secuestré la agenda, la tengo y no la suelto; pero la pongo a disposición de una buena noche de evocación y remembranzas.

Son dos poemas de Pedro Lezcano, poeta canario extraordinario.

Que tengan bonita semana.

Mario



Oracion profana

Mujer de la vida eres
como la vida te ha hecho
(a quienes hizo la muerte
descansen entre los muertos)

Ningún hombre te ha tomado
por el asa de tu cuerpo
y te bebió regalada
gota a gota, beso a beso.

En tu profesión de cruz
con los dos brazos abiertos
brindas amor y no tienes
amor que llevarte al pecho.

Perdona virgen, estrella,
cerca de la mano y lejos
porque en esta encrucijada
de tus brazos y tu cuerpo
bajo las dos blancas dunas
dormita un corazón huérfano.

Señora, perdónanos
caricias sin sentimiento,
madrigales de blasfemias,
la sequía de tu pecho
y los frutos de tu vientre
antes de ser flores, secos.

Señora, quiero en la noche
oscura de tus cabellos
soñar que me has perdonado
lo que ahora estoy diciendo.

Bendito sea el futuro
de tu vientre y de tu seno,
bendita el agua bendita
que hay en tus labios y el fuego
que hay en tu sangre y el barro
bendito que hay en tu cuerpo.

Amen.

Bendita tu eres,
lo maldito es sólo nuestro.

Pedro Lezcano




Soneto irreverente

Señor, pero no ves que me marchita
este vivir sin grito y sin errata,
que pereceré ahorcado en la corbata
mudo en la silla vil de la visita

Que esta claúsula eterna, esta maldita
pauta de seriedad me maniata,
que mi sangre, encharcada de sensata,
en un pozo de hiel se precipita.

Acaba ya Señor este divino
cuadro para el que sirvo de modelo.
Acaba y paga y cámbiame el destino.

Págame sí, mi sueldo, que me hielo
págamelo en locura, en sangre, en vino,
en libertad, en flor, en canto, en vuelo.


Pedro Lezcano.

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