domingo, 27 de septiembre de 2009

Concierto de Ivan Lins






Hermanos:

Esta entrega de "Poema de lunes" corresponde al pasado lunes 21 de septiembre. Pues bien, el pasado sábado 19 de septiembre tuve la oportunidad de asistir al concierto de Ivan Lins, extraordinario músico brasileño, autor de muchas canciones que ya son clásicos de la música popular brasileña.
En Brasil la música anda suelta y la llevan consigo los brasileños desde el nacimiento.
El de anoche fue muy buen concierto. Por nuestra parte participaron Cecilia García, José Antonio Rodriguez, Pavel Núñez y al decir de Ivan Lins, una sorpresita que resultó ser Maridalia Hernández.

"Saudade de casa" y "Mi país" las escribió en Japón cuando ya tenía la tristeza propia de aquel que se encuentra lejano en distancia y en tiempo, en este caso de Valeria, su esposa, a quien mencionó en el concierto y de Brasil, su país. Y es que los poetas lo saben y lo han dicho: Si hay distancia y hay tiempo, la mujer y la patria no se distinguen. Una canción al matrimonio exitoso, "La vida florecer maravillosa" y una canción muy triste al matrimonio fracasado, "Buena suerte y adiós". Gran concierto.

Aunque los dominicanos somos muy expresivos y muy cálidos, en Santo Domingo no es común ver a las parejas abrazadas o besándose, como ocurre en otras ciudades; sin embargo, anoche vi un número de parejas que me pareció inusual, prodigándose abrazos y algún que otro beso. Quiero pensar que la magia de Ivan Lins y de esta música que arrulla, de alguna manera hace obligatoria la muestra de afecto.

Bien, ahora a lo nuestro.

Hoy les traigo unos Haikus de quijoteurbano. El Haikus es una composición poética de origen oriental que está formada por tres versos. El primero de los versos tiene cinco sílabas, el segundo tiene siete y el tercero vuelve a tener cinco sílabas de nuevo. Además se verifica que el pirmer verso rima con el tercero.

Estos Haikus de quijoteurbano me sirvieron de presentación en un foro al que fui invitado por una seguidora de poema de lunes. Si a alguno le interesa en este link está la dirección del foro

Que tengan bonita semana.

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspot.com


Quijoteurbano

Quijoteurbano,
oficio de este humilde
dominicano.

Mi Dulcinea,
como patria o bandera
dentro me ondea.

A mis molinos
yo los voy combatiendo
por el camino.

Cuando empezamos
no había ricos ni pobres
tan sólo hermanos.

Llegó la muerte:
Para ricos y pobres
cambió la suerte.

La muerte andaba
feliz con las traiciones
que provocaba.

El pobre dice
poniendo en las palabras
sus cicatrices:

¿Qué culpa tengo?
¿Qué es lo que estoy pagando
que no lo entiendo?

Y el rico expresa
dejando que quien hable
sea su nobleza:

¿Cuál es mi culpa?
Yo nací siendo rico
¿Pido disculpas?

Los dos humanos:
El rico como el pobre,
los dos hermanos…

Mañana sigo.
Ha llegado la noche,
Yo busco abrigo.


quijoteurbano

lunes, 14 de septiembre de 2009

Amor llave en mano






Hermanos:

Durante la semana supe de Raul, joven electricista dedicado casi a tiempo completo a la construcción de un amor llave en mano.

Contra todo pronóstico, Raul mantiene al día su programa de obra.

-Tengo muchos problemas con el nido, -me dijo, -no tengo pieza propia todavía.

Eso ya llegará, - le dije- pero dime,

¿Con ella tú eres tú o ensayas un modelo?

Eso ya llegará, - me dijo- ahora sólo le muestro mis bondades.

Tengo que mejorar los niveles de ingresos, - me dijo- me inscribí en Infotep.

Eso ya llegará, - le dije- que no te asalten dudas, pero dime,

¿Cómo van las verdades? - le dije- ¿puedes gritar amor impunemente?

Eso ya llegará y ahora comprendo que el llave en mano, en el amor, no tiene término. Siempre falta un quehacer, nunca se acaba.


Dejemos a Raul y a Yessenia y vamos a lo nuestro.

Hoy les traigo de nuevo a Fernando Valverde, joven poeta español nacido en Granada en 1980 y a quien debemos seguir de cerca porque es muy bueno. En esta muestra de su poesía traemos tres poemas de su obra inédita "Los ojos del pelícano"

Que tengan bonita semana.

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspot.com



LOS PÁJAROS

Los niños de Managua venden pájaros.

Saben cantar canciones en medio del invierno,
no conocen el frío,
imaginan la nieve como un momento hermoso
imposible en sus vidas,
conocen el temblor bajo los pies,
cuentan historias tristes mientras la gente huye,
hacen cantar sus pájaros de barro,
hacen sonar el viento como quien pide ayuda
en medio de un naufragio.

Pero todo es naufragio.

Los ahogados, sentados en las plazas,
reconocen la paz que el tiempo ha sometido
con balas que mordieron las espaldas
de algunos hombres tristes.

Los niños de Managua sueñan con ser pelícanos
y buscan un océano,
y golpean sus rostros contra el agua
hasta perder la vista.

Los niños de Managua
tienen las manos llenas de colores,
miran al cielo y vuelan hasta San Juan del Sur,
pierden el miedo al miedo,
logran ser como pájaros
que abandonan las manos de la muerte,
las sucias manos pobres del desierto




EL MERCADO

Vas a venderme el mundo con las manos
pero aún no lo sabes.

Mira tu cuerpo triste,
tus piernas ya cansadas de llorar.

Vas a venderme el mundo
porque siempre fue tuyo y nunca lo quisiste
llevar contigo.

Cansada de estar viva,
como todos los vivos que no han visto un cadáver,
vas a venderme el mundo a cambio de un secreto
que apenas vale nada.

Cómo explicarte
que nada se parece al sueño en que has creído,
nada existe detrás, tú lo sostienes,
la tierra que en tus manos vale nada
esconde mis secretos y mis dudas.

Qué podría contarte sin concluir en llanto,
préstame tu memoria para besar la tierra
y consiente que todo tenga un precio
que no pueda pagar,
un valor añadido por rozarte los dedos.


LAS AVISPAS

Siempre he tenido miedo a las avispas.

De niño, en una hermosa casa con jardín,
los veranos tejían una trampa
en los charcos, los troncos y las grietas.
Y eran sus picaduras como negras espinas
clavadas en las piernas y en los brazos.

Eran avispas frágiles,
las avispas de Europa no muerden en los ojos
ni provocan espasmos.

Una tarde,
aquel niño montaba en bicicleta
junto a una hilera exacta
de pinos que impedían
que el jardín se mezclase con la tierra.

Guardo un trozo de niebla en la memoria
y un instante después
el manillar se cruza y de los pinos
son decenas las flechas
que salen a mi encuentro.

Han pasado los años
y aquel lugar aún guarda
avispas de colores que parecieron mirlos.

Porque siguen allí,
no pueden alcanzarme sus agujas,
pero hay veces que escucho sus zumbidos
y una sucia nostalgia me recuerda
el sabor del veneno.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Restricciones propias





Hermanos:

Hay una idea en la que vengo trabajando en las últimas dos semanas, bueno, no es precisamente que la esté trabajando, pero sí que de alguna manera ocupa mi atención últimamente. Se trata de la siguiente sentencia: "Las restricciones autoimpuestas libremente, le dan sentido al ser humano libre. El ser humano sin restricciones se diluye en el infinito."

La reflexión procede de un texto chino que habla en metáforas acerca del agua y del lago; y explica cómo el agua cuando se somete a las restricciones físicas del lago, llega a ser lago. Sin esas restricciones que le dan su forma, el agua del lago no sería lago, se diluiría en el infinito.

La verdad es que la reflexión es muy rica.

Conocer los límites autoimpuestos libremente me ayuda a conocerme y dice mucho de ese ser humano irrepetible que soy. Así, alguien podría decir, -"soy el que paga la energía eléctrica"; y otro dirá, - "soy el que no cruza un semáforo en rojo". Claro, hay que vivir en dominicana para entender que ambos son ejemplos de restricciones autoimpuestas libremente, y esto así porque no hay poder alguno que obligue a una persona a pagar la energía eléctrica consumida ni a esperar la luz verde en una intersección.

Como ven, de una reflexión filosófica existencial con metáforas de lagos y montañas autoimpuestas que limitan, hemos pasado a una realidad social de desenfreno, sin límites visibles ni fronteras. Ese camino nos diluye como pueblo. Necesitamos las restricciones y el gran reto es que deben ser autoimpuestas.

Ahora a lo nuestro.

Hoy les traigo de nuevo a Rosana Aquaroni, una mujer que me coloca en el portal de un misterio profundo. El tercer poema de esta muestra "...nos regresa al origen, sus lámparas de arena, la palabra en el vientre, cuando todos vivíamos recíprocos y juntos cuidando las heridas."

Que tengan bonita semana.

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspot.com



Como una balsa ardiendo
Como una balsa ardiendo
en el centro del agua,
una bañera terca rebosa lentamente
en mitad de la noche.
La tibieza del agua desatada,

liba la flor de las mareas
acarrea cigüeñas
y tortura con zarzas y gacelas
ríos de oscuridad.

Así el agua ha llagado la humedad de mi vientre
y deposita almendros sobre mis pies descalzos.
Ya sólo espero el relato del agua,

la lenta
supuración
del llanto.


Dos cuerpos que se amaron

Dos cuerpos que se amaron
y nunca cicatrizan.
Sonaja de recuerdos
que nos van tropezando
a la deriva blanca.

Sólo se besa aquello que se ama.
Un muerto no se ama.

Labranza que madura cuando los negros frutos.

Sólo encuentro tu piel para perseverar,
pero la piel no alcanza.

Como quien se desprende hacia el olvido
y acobarda las alas bajo el rostro,
un amor se descalza en otro amor

como la sal madura
sobre otra sal inerte.




La misma incertidumbre
La misma incertidumbre
con la que un día preciso
que ya fuiste acordando sin saberlo,
comienza a desprenderse
la leve gasa que ocultara

la trama de tu herida,
una herida reciente que late sin hablar
y está tan dentro
que tu vida depende de mantenerla viva.

Con la misma soltura
con la que cada órgano se acomoda para el parto
y se abre un trecho de luz

en mitad de tu cuerpo,
una tarde descubres
que no puedes contar tus cicatrices
pues sus bordes te unen a fragmentos de otros,
a vidas paralelas,
a bálsamos de humo.

Y es entonces

que esa herida se cumple
y es más cierta que el mundo,
nos regresa al origen,
sus lámparas de arena,
la palabra en el vientre,
cuando todos vivíamos
recíprocos y juntos
cuidando las heridas.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Lunes 31 de agosto de 2009






Hermanos:

La semana pasada les comenté del amor entre Ana y Bill, un verdadero amor de huracanes. Pues bien, parece que el buen juicio y la sensatez no son cualidades que abundan entre los seguidores de poema de lunes. Más bien se diría que la locura campea por sus fueros y lo decimos porque ha habido quienes en su delirio han pedido que sea yo quien presente la sección del informe del tiempo en el noticiero de la tarde.

Entienden estos insensatos que la explicación dada por nosotros acerca del comportamiento de Ana y de Bill se comprendía mejor y estaba más apegada a la verdad de lo ocurrido, mucho más que la explicación tradicional, la que se empeña en presentar a las bajas presiones, a las masas de aire caliente y a la aceleración de coriolis, como si esas creaciones del intelecto tuvieran algo que ver en el asunto.

Lo peor del caso es que he aplaudido al enterarme de la propuesta. Es una lástima que los que tienen a su cargo la producción del noticiero de la tarde no reciban poema de lunes.

En otro orden de ideas, les comento que a finales de septiembre, del 23 al 28, estaré en Pittsburgh, USA, visitando a Mario y Laura.

Es una hermosa ciudad marcada por la confluencia de dos rios. Originalmente fue ciudad industrial, pero actulmente es una ciudad de universidades, llena de jóvenes, buena comida, buenos bares, muy buena compañía y el inicio del otoño. Ya les contaré cuando regrese.
Bien, ahora a lo nuestro.

Hoy les traigo a José Santos Chocano, poeta peruano de principios del siglo pasado.

Que tengan bonita semana.

Mario



EL SUEÑO DEL CAIMÁN


Enorme tronco que arrastró la ola,
yace el caimán varado en la ribera;
espinazo de abrupta cordillera,
fauces de abismo y formidable cola.


El sol lo envuelve en fúlgida aureola;
y parece lucir cota y cimera,
cual monstruo de metal que reverbera
y que al reverberar se tornasola.


Inmóvil como un ídolo sagrado,
ceñido en mallas de compacto acero,
está ante el agua estático y sombrío,

a manera de un príncipe encantado
que vive eternamente prisionero
en el palacio de cristal de un río.



NOSTALGIA

Hace ya diez años
que recorro el mundo.
¡He vivido poco!
¡Me he cansado mucho!

Quien vive de prisa no vive de veras,
quien no echa raíces no puede dar frutos.

Ser río que recorre, ser nube que pasa,
sin dejar recuerdo ni rastro ninguno,
es triste y más triste para quien se siente
nube en lo elevado, río en lo profundo.

Quisiera ser árbol mejor que ser ave,
quisiera ser leño mejor que ser humo;
y al viaje que cansa
prefiero terruño;
la ciudad nativa con sus campanarios,
arcaicos balcones, portales vetustos
y calles estrechas, como si las casas
tampoco quisieran separarse mucho...
Estoy en la orilla
de un sendero abrupto.

Miro la serpiente de la carretera
que en cada montaña da vueltas a un nudo;
y entonces comprendo que el camino es largo,
que el terreno es brusco,
que la cuesta es ardua,
que el paisaje es mustio...
¡Señor! ¡Ya me canso de viajar! ¡Ya siento
nostalgia, ya ansío descansar muy junto
de los míos!... Todos rodearán mi asiento
para que les diga mis penas y mis triunfos;
y yo, a la manera del que recorriera
un álbum de cromos, contaré con gusto
las mil y una noches de mis aventuras
y acabaré en esta frase de infortunio:
—¡He vivido poco!
¡Me he cansado mucho!