domingo, 25 de noviembre de 2012

Lunes 26 de noviembre de 2012






Hermanos:

Hay una excelente película de factura checa que se llama en español Otoño-primavera y es la historia de un dulce viejito que en su otoño podía vivir una verdadera primavera. Algo así nos está pasando a los dominicanos. En este simulacro de otoño estamos viviendo una verdadera primavera con la juventud lanzada a las calles protestando contra la impunidad y la corrupción.

El gobierno del Presidente Danilo Medina tiene apenas 100 días de haberse inaugurado y en ese tiempo ha tenido que presenciar más de trescientas protestas en las calles de toda la geografía nacional.

En una de esas protestas frente al Teatro Nacional escuchaba a un joven que, megáfono en mano, arengaba a los manifestantes con consignas alusivas al reclamo de no impunidad , no corrupción y no a la reforma tributaria. En un momento el joven dijo: "Esta es la juventud que ha dicho basta, no más impunidad, no más corrupción, no al paquetazo fiscal!!!" y añadió: Si algún joven desea expresarse, que pase adelante y tome este megáfono. Yo que estaba cercano y sabiendo que pronto cumpliré los 57 llamé la atención del joven y con lenguaje de gestos le dije algo así como: ¿Y entonces yo, no puedo hablar? ¿Por qué me excluyes? El joven sonrió e inmediatamente dijo por el megáfono: Todos los que estamos en esta manifestación somos jóvenes. Puede venir a expresarse utilizando este megáfono! No participé, pero  le agradecí el gesto con una sonrisa.

No puedo dejar pasar el 25 de noviembre sin comentar a las Hermanas Mirabal y su día Internacional de No Violencia Contra la Mujer. A los seguidores de Poema de Lunes que no son dominicanos les comento que hoy se celebra el día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, porque un día como hoy en el año 1960 el dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo ordenó el asesinato de tres hermanas que le eran adversas. Un crimen horrendo que marcó el inicio del final del tirano. Menos de siete meses después, el 30 de mayo de 1961 caía Trujillo abatido por las balas de un grupo de dominicanos que lo ajusticiaron. En los últimos diez años ha habido un repunte en los casos de violencia contra la mujer. Desconozco las razones de esa tendencia, pero al mismo tiempo también se verifica que la mujer ha ido ganando espacio en el mundo laboral y su influencia en la esfera económica y social ha ido aumentando. Muy triste pensar que el hombre dominicano no tolera el éxito de su compañera.

Para dejarlas llorando y con rabia basta ser cobarde. Para dejarlas complacidas y enamoradas hay que ser muy hombre!

También debo comentar que en dominicana noviembre es el mes de la familia. Nunca ha sido más necesaria la familia que ahora. La respuesta a la corrupción, a la impunidad, a la violencia contra la mujer, a la falta de valores hay que buscarla en la familia. Fortalecer la familia es hacer patria.

Bien, ahora a lo nuestro. Hoy les traigo a Carmen Natalia Martínez, poeta dominicana de San Pedro de Macorís con un hermoso poema. Disfrútenlo.

Que tengan bonita semana.

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspot.com



ODA HEROICA A LAS HERMANAS MIRABAL

No hubo blancura igual a su blancura,
nardo, azucena, lirio…magnolia de su carne,
carne hecha para el beso, fue pasto de las balas,
las Mirabal cayeron bajo el plomo cobarde.

No hubo dulzura igual a su dulzura,
los ríos se crecieron para llorar por ellas,
palomas con el pecho florecido en claveles,
las Mirabal cayeron de cara a las estrellas.

Ayudadme a subirlas al pedestal de piedra,
donde grava la historia los nombres de sus mártires,
ayudadme a decir qué cosa grande hicieron
estas mujeres- cíclopes, estas mujeres-ángeles.

Allí donde más hondo fue el dolor de los hombres,
y más honda la herida sangrante de la tierra,
donde fue más profundo el surco de las lágrimas,
y más amargo el llanto… allí bajaron ellas.

Allí donde más alto fue el grito de combate,
y más enhiesto el puño frente a las bayonetas,
donde más levantada fue la frase precisa,
y  más erguido el pecho… allí bajaron ellas.

Allí donde más lejos llegó la valentía,
y apuró el sacrificio su retama postrera,
allí donde más lejos plantara el heroísmo,
su bandera de sangre… allí bajaron ellas.

El ojo de la bestia les siguió la pisada,
ojo y plomo a la espalda, como hacen los cobardes,
la tierra abrió los brazos para ceñir sus cuerpos,
las Mirabal cayeron taladas como árboles…

Las manos del verdugo deshojaron los nardos,
cortaron como tallos las lenguas silenciadas,
las estrellas besaron su carne por vez última,
las Mirabal cayeron con el plomo a la espalda.

Más ya el nardo no es nardo, pues se ha vuelto piedra,
piedra el enhiesto puño, piedra la frente alta,
piedra el pecho y los ojos y la boca sin lengua,
las Mirabal cayeron para alzarse en estatuas.

Y sus bocas, sin lenguas, han de seguir hablando,
y sus tres corazones palpitando en la piedra,
perennemente vivas en el alma del pueblo,
las Mirabal cayeron para volverse eternas.







domingo, 18 de noviembre de 2012

Lunes 19 de noviembre de 2012


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Hermanos:

El desamor convoca a todo tipo de  fantasmas: burlones, alma enferma, fraternos, despiadados...

Lucio atravesaba el temporal del desamor y había decidido navegar su infortunio caminando por su ciudad de niño, la intramuros, sus calles, sus rincones, sus bares…

Y es que el desamor convoca a unos fantasmas que sólo son visibles en calles del recuerdo.

Era un martes de abril y la tarde moría.

Las sucesivas estaciones de aquel vía crucis de finales de cuaresma lo llevaron a Paco`s frente al Parque, a La Cafetera en su Conde, hizo una estación genuflexa y muy sentida en el Mesón de Bari y en su imaginario juraba que había caminado su Conde de niño: El de La Margarita y su Santicló, el de La Ópera; su  Conde del Panamericano y del Jai Alai.

Años después comprendería que ese había sido el cortejo funerario de aquel amor cortado en sus raíces.

Así,  devastado de amor, de bar en bar, de rincón en rincón, de calle en calle, llegó a las puertas de un bar de puerto antiguo en Las Atarazanas, decidido a enterrar para siempre ese amor, seguido por una procesión: algunos más muertos y remotos, otros más vivos y cercanos, pero todos fantasmas; guiados por el hilo de vida que van dejando a su paso los heridos por el desamor hasta su muerte.

Bien, ahora a lo nuestro. Siempre llega mi mano…

Bueno, ya les di un avance. Hoy les traigo a Oliverio Girondo con Dicotomía Incruenta. Disfrútenlo.

Que tengan bonita semana.

Mario

Dicotomía Incruenta

Siempre llega mi mano
más tarde que otra mano
que se mezcla a la mía
y forman una mano.

Cuando voy a sentarme
advierto que mi cuerpo
se sienta en otro cuerpo
que acaba de sentarse
adonde yo me siento.

Y en el preciso instante
de entrar en una casa,
descubro que ya estaba
antes de haber llegado.

Por eso es muy posible
que no asista a mi entierro,
y que mientras me rieguen
de lugares comunes,
ya me encuentre en la tumba,
vestido de esqueleto,
bostezando los tópicos
y los llantos fingidos.


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domingo, 11 de noviembre de 2012

Lunes 12 de noviembre de 2012



Hermanos:

Durante la semana Patricia y yo  asistimos a una conferencia dictada por el Doctor Enrique Rojas, médico psiquiatra español, bajo el título: Una teoría de la felicidad.

Desde el inicio de su disertación quedé atrapado porque empezó proponiendo una metáfora marinera y yo así no puedo. Ante cualquier metáfora de mar yo arrío las velas, rindo el barco y me entrego  sin condiciones.

Al mirar esos veleros en la alta mar, dijo, siguiendo el vaivén acompasado de las olas marinas, me asaltan tres preguntas:

¿De qué está hecho?

¿Cómo se mantiene a flote?

¿A qué puerto se dirige?

Para  completar la metáfora marina, le dio la vuelta a las preguntas y nos colocó a cada uno de nosotros en el centro, llevando una vida velero en la alta mar de la existencia:

¿De qué estoy hecho?

¿Qué me sustenta?

¿Adónde me dirijo?

En ese momento ya mis velas estaban arriadas y estaba en proceso de rendir el barco.

De qué estoy hecho es mi personalidad, Esa estructura que acoge y hace resonar al ser humano que soy.

Qué me sustenta son los principios que me mantienen a flote. ¿Dónde tengo fundada mi vida, en arena o en roca?

A qué puerto me dirijo es mi proyecto de vida.

La conferencia continuó con las bitácoras, las cartas marinas y los acantilados; hablando de la felicidad "esa mar sin orillas." Y no faltaron versos y poemas, y sugerencias de Petrarca y  Boccaccio.

Así, llegamos a descubrir unas condiciones necesarias para la felicidad:

Una personalidad equilibrada y madura

Un proyecto de vida fuertemente anclado a cuatro puertos:

El Puerto del Amor: Quien tiene una personalidad madura se entrega, por amor, a los demás. Y eso sólo puede hacerlo si tiene su amor, el suyo, el amor que acompaña su proyecto de vida, resuelto. "El amor es arte y es oficio, es corazón y cabeza"

El Puerto del Trabajo: La profesionalidad. Hacer las cosas bien porque en lo que hago va mi vida.

El Puerto de la Cultura: "La cultura es la estética de la inteligencia. La pirueta de crecer hacia adentro. La cultura es libertad."

Y el Puerto de la Amistad: Ese abrirnos a alguien y permitirle que entre en nuestro mundo interior, en nuestra intimidad.

Al final, a manera de síntesis o resumen, dijo. aunque no textual:

La felicidad consiste en un estado interior de alegría al comprobar que nuestra personalidad, nuestros valores y nuestro proyecto de vida nos han llevado por un camino en el que hemos hecho con nuestras vidas el mayor bien posible y al menor mal consciente.

Bien, ahora a lo nuestro.

En el último momento de su conferencia, el Doctor Enrique Rojas al finalizar una respuesta a una pregunta sobre la amistad, recitó la estrofa de "Elegía" de Migue Hernández que dice:

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas
compañero del alma, compañero.

Ramón Sijé era su amigo.


Hoy les traigo completo  el poema de Miguel Hernández "Elegía por la muerte de Ramón Sijé." Disfrútenlo.

Que tengan bonita semana.

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com

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PD: La foto es de la manifestación contra la reforma tributaria. Acabo de regresar de ella y fue extraordinaria. El pueblo dominicano está vivo y pateando!!!


Elegía

 

(En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha muerto como el rayo Ramón Sijé, a quien tanto quería.)

 

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

 

 







domingo, 4 de noviembre de 2012

Lunes 5 de noviembre de 2012




Hermanos:

Este historia fue publicada en una entrega anterior de Poema de Lunes, pero en la semana me encontré de nuevo con ella y fue grato el encuentro. Ojalá que para ustedes también sea un grato encuentro.

Hace unos años un gran amigo me contó una conmovedora historia y me aseguró que la había leído en algún lugar y en algún tiempo, pero que no recordaba el nombre del autor ni tampoco el de los personajes.

Conociendo mi fascinación por la mar y sus misterios, tan pronto escuché  la historia me dije: "Esto tengo que compartirlo en Poema de lunes"

De manera que habiendo hecho la aclaración de la autoría, aquí va nuestra versión de lo ocurrido la Nochebuena de un año perdido en la memoria, a mediados del siglo pasado:

Juan era pescador de los mares del Norte. Pescando había aprendido que el hogar es un faro que siempre orienta el rumbo de navegantes y viajeros de toda tierra y mar.

Juan y María habían construido, amándose y pescando, su casa en un alto, frente al mar.

Una mañana de principios de octubre Juan se hizo a la mar en busca del bacalao. María quedó en la casa con los niños, manteniendo viva la llama de ese hogar.

La Nochebuena de ese año se desató una tormenta poco usual. María sabía que luego de dos largos meses de ausencia, Juan podía llegar de un momento a otro; pero su corazón le aseguraba que Juan estaba intentando llegar a puerto en medio de la tormenta.

Siguiendo los designios del corazón de María, Juan intentaba acercarse a puerto en una noche oscura y en medio de la tormenta.

Nunca se supo si fueron los niños o si María perdió en algún momento el equilibrio, lo cierto es que María, que tenía la certeza de que Juan llegaba, quiso subir con los niños al ático para desde allí atisbar mejor el horizonte, y en algún momento subiendo por la escalera de mano, la lámpara de queroseno que llevaba se cayó, se rompió, y el queroseno inició un voraz incendio que mantuvo ardiendo la casa de madera por horas.

Con las primeras luces del amanecer de Navidad y ya la mar en calma, María fue al puerto a recibir a Juan. Lo abrazó, lo besó, lo bendijo y le dijo: Anoche se quemó nuestra casa, y mientras ardía, yo, abrazada con lo niños, afuera, en la tormenta, le decía al Señor que no importaba la casa y le pedía que te trajera vivo.

Juan la abrazó, la besó, la bendijo y le dijo: anoche, en medio de la oscuridad y la tormenta, una casa en llamas nos marcó el camino.

Hasta aquí el relato. Ahora a lo nuestro.

Hoy les traigo a Rafael Alberti, poeta de mar,  con un breve poema de amor marino.

Que tengan bonita semana.

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspot.com


Dime que sí

Dime que sí,
compañera,
marinera,
dime que sí.

Dime que he de ver la mar,
que en la mar he de quererte.
Compañera,
dime que sí.

Dime que he de ver el viento,
que en el viento he de quererte.
Marinera,
dime que sí.

Dime que sí,
compañera,
dime,
dime que sí.