Hermanos:
Esta semana tenemos un feriado que dura hasta hoy lunes.
Nuestra lucha de independencia la libramos contra Haití, no contra España (como la casi totalidad de los demás pueblos latinoamericanos). Eso ocurrió en el año 1844. Posteriormente, en el 1861, España recuperó su dominio sobre nuestra naciente república (con el concurso de malos dominicanos).
Un 16 de Agosto del 1863 se dio inicio a la gesta de reconquista de la soberanía de la república. A esa gesta se le conoce en nuestra historia como La Guerra de la Restauración, y el feriado de este lunes la conmemora.
El hilo conductor de nuestra historia es la persecución de un sueño. Un sueño que en ocasiones no se ve claramente pero se siente dentro.
No lo hemos logrado, y muchas, muchas veces, ha sido malogrado; pero a pesar de todo la vida se abre paso y los buenos dominicanos llevamos ese sueño con nosotros.
Hoy les traigo dos ventanas breves de Eduardo Galeano, de su libro “Las Palabras Ardientes”: Porque a pesar de las adversidades, como la vida, la patria se abre paso y porque la queremos y la llevamos con nosotros.
. Ventana sobre el alumbramiento
La mujer habitada sabe cuándo y sabe qué. Sabe cuándo por lo que le dicen la luna y el cuerpo. Sabe qué por lo que le dicen los sueños. Si ella sueña con hilos o vasijas, tendrá hija. Si ella sueña con metales, sombreros o huevos, tendrá hijo.
Entonces ella se hinca, se suelta el pelo, bebe un trago de aguardiente; y de rodillas da nacimiento.
Las manitos del niño o niña tocan un azadón, un hacha y un machete. Con tizne de cocina, la madre le señala el centro de la cabeza.
El ombligo se deja en la copa del árbol más alto.
Así se nace en Chamula.
Ventana sobre la herencia
Pola Bonilla modelaba barros y niños. Ella era ceramista de buena mano y maestra de escuela en los campos de Maldonado; y en los veranos ofrecía a los turistas sus cacharros y chocolate con churros.
Pola adoptó a un negrito nacido en la pobreza, de los muchos que llegan al mundo sin un pan bajo el brazo, y lo crió como hijo.
Cuando ella murió, él ya era hombre crecido y con oficio. Entonces los parientes de Pola le dijeron:
-Entrá en la casa y llevate lo que quieras.
Él salió con la foto de ella bajo el brazo y se perdió en el camino.
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