Hermanos:
Estoy repleto de razones para dar gracias a Dios y lo hago, nunca tanto como debería, pero lo hago.
Una de esas razones es que tengo a mi madre viva y cercana.
Cuando digo viva quiero decir vital, llena de vida.
Es oportuno señalar que si yo tengo 52, mamá debe pasar de los 20.
Ayer me dijo que el alma no envejece y me recitó de memoria estos versos:
Es absurdo, señora, que os enojeis por eso;
yo os juro que no tiene tanta importancia un beso
para que perpetuéis esa ojera afligida
y creáis deshojada de pudor vuestra vida.
No exige el accidente replesalias ni agravios.
Un beso es una rosa que se exprime en los labios,
es como una palabra más breve y expresiva
es como una mirada más intensa y más viva;
pero que, en el armónico mecanismo social,
sólo tiene un efímero valor sentimental,
y al cabo de una charla distinguida y galante,
puede perderse un beso como se pierde un guante.
Es absurdo, señora, que os enojéis por eso.
No es grave la inquietante mordedura de un beso
y aunque inflame los labios (y el alma) su escozor,
ni se muere de pena ni aun se enferma de amor.
Pero si fue el ultraje tan ruín y tan villano
y tan grande la herida de aquel beso tan chico,
¿por qué dejasteis presa vuestra mano en mi mano
y sonreís ahora detrás del abanico?
yo os juro que no tiene tanta importancia un beso
para que perpetuéis esa ojera afligida
y creáis deshojada de pudor vuestra vida.
No exige el accidente replesalias ni agravios.
Un beso es una rosa que se exprime en los labios,
es como una palabra más breve y expresiva
es como una mirada más intensa y más viva;
pero que, en el armónico mecanismo social,
sólo tiene un efímero valor sentimental,
y al cabo de una charla distinguida y galante,
puede perderse un beso como se pierde un guante.
Es absurdo, señora, que os enojéis por eso.
No es grave la inquietante mordedura de un beso
y aunque inflame los labios (y el alma) su escozor,
ni se muere de pena ni aun se enferma de amor.
Pero si fue el ultraje tan ruín y tan villano
y tan grande la herida de aquel beso tan chico,
¿por qué dejasteis presa vuestra mano en mi mano
y sonreís ahora detrás del abanico?
El poema se llama Flirt y es de José Martínez Jerez, de quien no he conseguido ningún dato en Internet.
Que tengan bonita semana.
Mario
3 comentarios:
Asi es,. hermoso poema!!
es increíble!!! las casualidades no existen!! hoy 24/06/11 a casi 3años de la publicación del poema... yo estoy con mi madre de 82 años (viva,plena y más de 20) que me acaba de recitar este poema y no recordaba el autor... me metí en internet y te encontré... cabe aclarar que tengo 52 años recién cumplidos!!! qué maravilla la vida no??? un saludo
Gracias Laura por el comentario. Muy significativas las coincidencias.
¿De dónde eres?
¿qué te conmueve?
¿Por qué causas se agitan tus banderas?
Escríbeme.
Quijoteurbano@gmail.com
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