miércoles, 3 de marzo de 2010

Accidentes de tránsito





Hermanos:

Gracias a Mario, mi hijo, he visitado una página que tiene la data que relaciona las diferentes causas de muerte y los distintos países del mundo. La información es interesante porque se puede conocer cual es el orden de las causas de muerte en un país en particular y también cómo cada país está ordenado con relación a una causa particular de muerte.

Así, la tasa de muerte por violencia ordenada por paises tiene como primer país a Colombia y Dominicana se encuentra en la posición 51 de 192 países evaluados. Al mismo tiempo, la violencia es la causa de muerte que ocupa el lugar 22 de un total de 85 causas de muertes en el planeta y en Dominicana en particular, la violencia es la causa numero 12 de las 85 causas de muertes que afectan a los dominicanos.

El hallazgo más sobresaliente de esa minería de data, no porque sorprenda sino porque confirma lo sabido, es que los accidentes de tránsito son para los dominicanos un grave problema de salud pública.

Los accidentes de tránsito son la cuarta causa de muerte en Dominicana y nuestra tasa de mortalidad por accidentes de tránsito es la octava del mundo, solamente superada por Sudan, Yemen, Sierra Leone, Costa de Marfil (Côte d'Ivoire), Angola e Iraq. El hallazgo no sorprende al que vive en Santo Domingo porque la verdad es que el desorden del tránsito en la ciudad de Santo Domingo se ha salido de madre y en ocasiones, aquel que pacientemente espera la luz verde del semáforo tiene que soportar los reclamos airados y los bocinazos de los que están detrás, animándole a que pase en rojo. Y todo eso sucede ante la presencia de la autoridad que es incapaz de hacer cumplir la ley.

La verdad es que somos un pueblo extraordinario, noble, generoso y hasta inocente; pero vamos a tener que buscar una salida creativa, un camino nuevo, un atajo virgen que nos coloque en este mundo porque por los caminos ya trillados no llegamos. Hace unos días escuché la explicación de por qué se llamaba "legista" al médico que levanta cadáveres. Me dijeron: "Se llama legista porque llega, y de lejos dice: Ha muerto, levanten el cadáver". Estoy seguro de que el atajo existe y no tengo dudas de que lo encontraremos.

Bien, ahora a lo nuestro.

Esta semana se ha integrado a esta comunidad Gina García, mexicana, a quien le damos la bienvenida.

Hoy les traigo un poema de León Tosltoi que conozco desde niño y que en la semana salió a relucir en un grupo de amigos entrañables.

Que tengan bonita semana.

Reciban un abrazo grande desde este Caribe que me colma.

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoterubano.blogspot.com


El manantial

Entre espadaña, mirto, romero,
en calurosa tarde estival,
hicieron alto los tres viajeros
junto a las aguas del manantial.

Robles gigantes le daban sombra,
césped florido formaba alfombra
junto al venero murmurador,
y el agua clara, corriendo pura,
prestaba al campo dulce frescura,
hojas al árbol, vida a la flor.

Su sed calmaron los caminantes,
y en los fulgores agonizantes
de la serena tarde estival,
escrita vieron esta sentencia:
"Procura siempre que tu existencia
sea como el agua del manantial".

-No es mal consejo-dijo el más mozo-
y al comprenderlo siento que el gozo
llama a las puertas del corazón;
como el arroyo se trueca en río,
correr el hombre debe, y con brío
hacerse grande por la ambición.

-Es buen consejo-dijo pausado
otro viajero grave y honrado-
hay que ser puros para vencer.

Como las fuentes son las criaturas,
Y almas y linfas han de ser puras
Si cual espejos han de esplender.


¡Noble enseñanza! ¡Sabio consejo!
-dijo el viajero caduco y viejo-
el bien hagamos y en odio al mal,
el bien hagamos con ansia inmensa
sin esperanzas de recompensa,
¡Como las aguas del manantial!

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