domingo, 13 de febrero de 2011

Lunes 14 de febrero de 2011





Hermanos:
Los domingos en la mañana, antes de misa, soy panadero. Le llevo el pan a mamá y a primas y sobrinas muy queridas. Una experiencia hermosa y significativa que une a la familia. Hoy domingo esa entrega del pan fue especial por dos razones: En primer lugar porque mi tío Enrique, lúcido y ágil a pesar de sus 85 años, me acompañó en el recorrido y también porque, además del pan, añadí una rosa por cada niña que habitara la casa. Y cuando digo niña cuento a mamá como una de ellas.
Como era de esperarse, la conversación durante el recorrido fue bordeando los tópicos generales, la puesta al día, el "dime de ti", el dame esos detalles", hasta que las rosas pastorearon el rumbo de la conversación hacia el amor y la relación de pareja. Ya en alguna entrega de "poema de lunes" comenté algo acerca del amor de pareja y su relación con la verdad interior, pero en esta ocasión quien hizo la mayéutica fue mi tío, de manera que lo que les comparto ahora, que ya lo siento mío, tiene su origen en tío Enrique.
El éxito en la relación de pareja debe partir de dos premisas. Si en los inicios no se cumplen esas dos premisas, entonces, esas mismas dos premisas deben ser un fin. Es decir, si una pareja no tiene esas dos condiciones, debe perseguirlas como meta. Dos premisas que son, principio y fin:
Pareja emocionalmente madura y amorosamente unida.
Siento que el tema hay que abordarlo desde una óptica que no es intelectual. Podríamos pasarnos la vida conceptualizando la madurez emocional de la pareja unida amorosamente y no salvaríamos un solo desamor:
Lo importante no es ¿Qué es emocionalmente madura? sino ¿Cómo se siente ser  una pareja emocionalmente madura?
Lo importante no es ¿Qué es amorosamente unida?  sino ¿Cómo se siente ser una pareja amorosamente unida?
Como ven, es oficio de poetas responder esas preguntas.
La otra reflexión que quiero compartir tiene su origen en "Las Bodas de Caná",  pasaje bíblico muy simbólico y significativo. Era una boda, es decir, una relación de pareja. Se acabó el vino, es decir, se agriaron las cosas. Jesús dijo que a él no le había llegado su hora. Tampoco al desamor de esa pareja. Y entonces Jesús dice: "Llenen las tinajas" Y ese vino bueno resolvió el encuentro.
Si el vino de este amor ya se ha agotado, llenemos las tinajas.
Si el vino de este amor resulta viejo, llenemos las tinajas.
¡¡¡Llenemos las tinajas!!!
Un último detalle al despedirme: En alguna ocasión escuché a Antonio
Gala, enormísimo poeta Cordobés, definir el amor. Dijo:
"El amor es, una gran amistad, con trazas de erotismo"
Feliz San Valentín!!!
Hoy les traigo a Gloria Martín con un poema en el que la almohada creo haberla puesto yo por no recordar su original.
De todos modos es un poema emblemático y una bandera de lucha en mi vida!!!
Que tengan bonita semana
Mario

Yo tenía
Yo tenía una almohada
una casa sencilla.
Un perro una escalera
y una estrella, amarilla.
y esperaba la vida
y eso era la vida
y era feliz del todo,
pero no lo sabía
pero no lo sabía,
pero no lo sabía.

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