domingo, 25 de septiembre de 2011

Lunes 26 de septiembre de 2011





Hermanos:

Tengo, desde pequeño, problemas con la autoridad. Es una condición que creo compartir con muchos de mi generación. En mi caso fue el resultado de cientos de abusos que vi cometer a profesores, políticos, policías, militares, invasores... En fin, una labor paciente y metódica de la autoridad, que me trajo hasta aquí, hasta este quijoteurbano que presenta conflictos al momento de lidiar con una autoridad.

Ya lo dijo Benedetti:

"Todo mandato es minucioso y cruel
Me gustan las frugales transgresiones...

...Sólo cuando transgredo alguna orden
el futuro se vuelve respirable"

En estas luchas ciudadanas que llevo, he tenido muchas oportunidades de ejercitar esos resortes que se me disparan ante la autoridad abusadora; pero quiero comentarles un caso en el que hice esfuerzos por defender lo que entendía era mi derecho, pero según se me explicó, no me asistía tal derecho.

Les cuento:

Hace un par de años la Dirección General de Aduanas se presentó en mi oficina requiriendo toda la información relativa a la gestión de la empresa. Inmediatamente dispuse que le abrieran todos los archivos y que todo el personal colaborara con el proceso. Yo trabajo con una Lap Top que no es de la empresa, es de mi propiedad personal. Cuando el agente de aduanas me pidió que le diera acceso a mi computadora personal, le dije que en esa computadora solamente existía un software que me permitía acceder a la data financiera que estaba en el servidor principal y que ya ellos habían hecho copia del servidor principal. Le dije que si la computadora no era de la empresa sino mía, yo podía tener información privada. No hubo manera. El agente de aduanas me explicó que la ley lo autorizaba a llevarse mi lap top si era necesario.

Ante esa realidad le cedí mi asiento y me quedé a su lado mientras navegaba por mi disco duro. Él sabía que a mí me faltaba poco para hacer una locura y me preguntó cómo se accedía al software de contabilidad. Yo le dije y le dí mi clave. Desde ahí imprimió todos los reportes financieros que quiso. Yo no sé que hubiera sucedido si el agente hubiese entrado a zonas en donde tengo formulaciones químicas que me han costado buena plata adquirir o a cualquier otra área de contenido no público.

Ahora dos preguntas:

La primera para los abogados dominicanos seguidores de estos poemas de lunes. ¿Qué tan cierto es que la ley los faculta para secuestrar una computadora personal?

La segunda para los seguidores de poema de lunes fuera de Dominicana. ¿Cómo es la legislación en sus países?

Por lo que a mi respecta, siento el disco duro de mi computadora personal como una extensión de mi cerebro. Violentar mí disco duro es entrar en mí cerebro.

Bien, ahora a lo nuestro.

Hoy les traigo a Pedro Lezcano, poeta canario, con su "Soneto irreverente"

Que tengan bonita semana.

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspot.com


Soneto irreverente

Señor, pero no ves que me marchita
este vivir sin grito y sin errata,
que pereceré ahorcado en la corbata,
mudo en la silla vil de la visita.

Que esta cláusula eterna, esta maldita
pauta de seriedad me maniata,
que mi sangre, encharcada de sensata,
en un pozo de hiel se precipita.

Acaba ya, Señor, este divino
cuadro para el que sirvo de modelo,
acaba y paga, y cámbiame el destino.

Págame, sí, mi sueldo, que me hielo.
Págamelo en locura, en sangre, en vino,
en libertad, en flor, en canto, en vuelo.

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