domingo, 17 de marzo de 2013

Lunes 18 de marzo de 2013





Hermanos:

En la semana tuvimos a Mario y a Laura  que vinieron desde Pittsbourgh, USA, acompañados de otra pareja de amigos, Anthony y Jennifer.

Anthony, norteamericano, hijo de padre australiano y madre alemana y Jennifer, por su parte, norteamericana desde el Mayflower.

Guiados por Laura y por Mario esta pareja de amigos conoció Santo Domingo, La Romana, Punta Cana, Bávaro, Las Terrenas, Samaná. Vio saltar a las ballenas y vio los ballenatos saliendo a flote a llenar sus pulmones de oxígeno. En esos seis días que pasaron aquí conocieron nuestra comida, nuestros dulces, nuestras bebidas, nuestra música; y la verdad es que quedaron gratamente impresionados con nosotros.

La nota que nos acerca a Macondo, el sucedido que nos hermana con esa "América que tiembla de huracanes y que vive de amor", el testimonio de realismo mágico se hizo presente cuando nos dimos cuenta de que de todas las experiencias de ese viaje de seis días, lo que más había impresionado a esa pareja no eran las ballenas con sus saltos mortales ni la ternura que despierta el ballenato que sube a respirar; después de todo, es bien sabido que las ballenas y los ballenatos existen; lo que impresionó a esta pareja como si hubieran sido testigos de algo imposible fue "El Trompo"

Algunos de los amigos lectores ya sabrán a qué me refiero, pero creo que la mayoría puede no saberlo. De manera que paso a explicar que cosa es "El Trompo"

"El Trompo" es un negocio que expende bebidas alcohólicas, básicamente en forma de tragos servidos en vasos de plástico y que tiene una ventanilla para vender esos tragos a los conductores que se acercan en sus vehículos a la ventanilla. La idea de trompo lo que hace es sugerir que tan pronto se acabe el trago se puede retornar, dar la vuelta, al trompo. Es una suerte de estación de servicio para recargar el combustible alcohólico del conductor y de los pasajeros. En Santo Domingo existen varios negocios de este tipo con distintos nombres, pero particularmente este, que se llama "El Trompo", se encuentra en el polígono central de la ciudad, en el centro económico de Santo Domingo.

En Estados Unidos, manejar con alcohol en el vehículo (incluidas las botellas de alcohol destapadas) constituye una Felonía de Tercer Grado. Si bajo esas condiciones hay un accidente que produjo muertes la tipificación pasa a Felonía de Segundo Grado, se reputa asesinato y puede provocar condenas de hasta 20 años en una cárcel del país del planeta con mayor cantidad de presos. Para un norteamericano es imposible que El Trompo exista. De manera que esta pareja, que fue testigo de un imposible, tiene que haberse cuestionado la existencia misma: ¿Quién soy?

A mi no hay que convencerme: los dominicanos tenemos unos ángeles poderosos que nos cuidan.

Bien, ahora a lo nuestro.

Unos párrafos atrás cité a Rubén Darío con un verso de su poema A Roosevelt, aquí lo comparto completo. Noten que el tema de los ángeles poderosos se insinúa. Disfrútenlo.

Que tengan bonita semana.

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspot.com




A Roosevelt

¡Es con voz de la Biblia, o verso de Walt Whitman,
que habría que llegar hasta ti, Cazador!
Primitivo y moderno, sencillo y complicado,
con un algo de Washington y cuatro de Nemrod.


Eres los Estados Unidos,
eres el futuro invasor
de la América ingenua que tiene sangre indígena,
que aún reza a Jesucristo y aún habla en español.

Eres soberbio y fuerte ejemplar de tu raza;
eres culto, eres hábil; te opones a Tolstoy.
Y domando caballos, o asesinando tigres,
eres un Alejandro-Nabucodonosor.


(Eres un profesor de energía,
como dicen los locos de hoy.)


Crees que la vida es incendio,
que el progreso es erupción;
en donde pones la bala
el porvenir pones. 

No.

Los Estados Unidos son potentes y grandes.
Cuando ellos se estremecen hay un hondo temblor
que pasa por las vértebras enormes de los Andes.
Si clamáis, se oye como el rugir del león.


Ya Hugo a Grant le dijo: «Las estrellas son vuestras».
(Apenas brilla, alzándose, el argentino sol
y la estrella chilena se levanta...) Sois ricos.


Juntáis al culto de Hércules el culto de Mammón;
y alumbrando el camino de la fácil conquista,
la Libertad levanta su antorcha en Nueva York.

Mas la América nuestra, que tenía poetas
desde los viejos tiempos de Netzahualcoyotl,
que ha guardado las huellas de los pies del gran Baco,
que el alfabeto pánico en un tiempo aprendió;
que consultó los astros, que conoció la Atlántida,
cuyo nombre nos llega resonando en Platón,
que desde los remotos momentos de su vida
vive de luz, de fuego, de perfume, de amor,
la América del gran Moctezuma, del Inca,
la América fragante de Cristóbal Colón,
la América católica, la América española,
la América en que dijo el noble Guatemoc:
«Yo no estoy en un lecho de rosas»; esa América
que tiembla de huracanes y que vive de Amor,
hombres de ojos sajones y alma bárbara, vive.


Y sueña. Y ama, y vibra; y es la hija del Sol.


Tened cuidado. ¡Vive la América española!
Hay mil cachorros sueltos del León Español.
Se necesitaría, Roosevelt, ser Dios mismo,
el Riflero terrible y el fuerte Cazador,
para poder tenernos en vuestras férreas garras.

Y, pues contáis con todo, falta una cosa: ¡Dios!



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"Precisamente porque soñamos, tenemos derecho a la utopía; y la vida carece de sentido cuando no la vivimos persiguiendo el sueño"

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