Hermanos:
La República Oriental del Uruguay nos ha dado poetas extraordinarios. Basta mencionar a Juana de Ibarbourou y a Mario Benedetti para que todos nos sintamos agradecidos de esa tierra noble de grandes poetas y grandes cantores.
Como en algún momento comenté, en los años setenta había un programa radial en Santo Domingo, que se transmitía diariamente de 1:00 PM a 2:00 PM. Se llamaba “El Gran Musical” y era un toque de queda para todos los que en esos años transitábamos por la nueva canción.
En ese programa conocí a dos cantores uruguayos de extraordinaria sensibilidad: Roberto Darvin y Alfredo Zitarrosa.
Hoy les traigo dos canciones hermosas, una de cada uno de estos dos cantores uruguayos.
En la página de poema de lunes www.poemadelunes.blogspot.com podrán leer las letras al tiempo que escuchan las canciones.
Que tengan una bonita semana.
Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspot.com
María Naranjo
(Roberto Darvin)
Desde esta ciudad de niebla y ruido
escribo tu canción, María Naranjo.
Más que canción quizás carta sonora
que volará a tu pueblo, a tu milagro,
muchacha campesina que me diste
la magia de tu amor desmesurado,
bajo la fresca sombra en flor del árbol,
de tu naranjo en flor, María Naranjo.
Pasé de forastero por tu pueblo
con mi triste tristeza, trasnochado,
cansado ya de andar en el camino
de transitar lugares que nunca he recordado.
Y me encontré de pronto en el sendero
con tu vestido azul, tus ojos claros,
tus grandes ojos de mirarlo todo
y con tu piel de azahar, María Naranjo.
Quiero volver a tu pueblo un día
y hallarte al pie del naranjo en flor,
regresaré por verte María,
María Naranjo.
Y para amarnos inventamos noches
a media tarde, con el sol muy alto,
nos perdíamos entre los frutales
provocando un escándalo de pájaros.
Traspasando tu piel la primavera
navegaba tu sangre como un barco
y era caliente el viento a media noche
y era lento el regreso del milagro.
Quiero volver a tu pueblo un día
y hallarte al pie del naranjo en flor,
regresaré por verte María,
María Naranjo.
El violín de Becho
(Alfredo Zitarrosa)
Becho toca el violín en la orquesta,
cara de chiquilín sin maestra,
y la orquesta no sirve, no tiene
más que un solo violín que le duele.
Porque a Becho le duelen violines
que son como su amor, chiquilines.
Becho quiere un violín que sea hombre,
que al dolor y al amor no los nombre.
Becho tiene un violín que no ama,
pero siente que el violín lo llama,
por la noche como arrepentido,
vuelve a amar ese triste sonido.
Mariposa marrón de madera,
niño violín que se desespera,
cuando Becho lo toca y se calma,
queda el violín sonando en su alma.
Porque a Becho le duelen violines
que son como su amor, chiquilines;
Becho quiere un violín que sea hombre,
que al dolor y al amor no los nombre.
Vida y muerte, violín, padre y madre;
canta el violín y Becho es el aire;
ya no puede tocar en la orquesta,
porque amar y cantar eso cuesta.
5 comentarios:
Me tope con tu Blog y de verdad me parece interesante. Por ahora no tengo mucho tiempo para leerlo con calma, pero de hecho regresare para hacerlo. Hasta Luego. Chauuuuuu
Bienvenido!
Pasa y siéntete cómodo.
Estás en tu casa.
"Casuales casualidades" dijo en una canción a Montevideo Jorge Bonaldi...
Pasé la vida buscándole y no le pude hallar...El disco era"Tanguez"
No sé como he llegado aquí,pero la emoción me desborda!
...y la misma canción decía;
"Era el más joven del mundo por eso me equivoqué...si me dieran a elegir,elijo sin saber,elijo Montevideo para volver a nacer,elijo Montevideo para morir de tanguez..."
Un abrazo
Mía desde el Mediterráneo
Gracias Mia por tus comentarios.
He entrado a tu blog y me he suscrito. Ahora cuando escribas yo me actualizaré.
Soñar y perseguir el sueño puede verse como el hilo conductor de la historia de la humanidad.
Si es humano sueña.
Qué bueno que somos muchos los que nos soñamos.
Recibe un gran abrazo desde este Caribe que me colma.
Mario
besos agradecidos Mario,y que dicha la de tenerte conmigo!
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