Hermanos:
Hoy les traigo una primicia.
En el año 2005, Hamlet Hermann, guerrillero dominicano de “Playa Caracoles”, estaba dictando una conferencia acerca de la Guerra de Abril, en Depaul University, Chicago, cuando se le acercó un ciudadano argentino y le entregó una carpeta que contenía la fotocopia de un pequeño libro titulado “Informe sobre Santo Domingo”, publicado en 1965 en Buenos Aires, por Editorial Barrilete, con una tirada de 4,000 ejemplares.
La obra presenta 18 poemas alusivos a la Guerra de Abril de 1965. Los poetas argentinos se hacían presentes ante la tragedia de una patria violada.
Nombres como los de Roberto Jorge Santoro (víctima de la dictadura argentina), Juan José Folguera, Alberto Costa, Rafael Alberto Vásquez, Enrique Courau (víctima de la dictadura argentina), Humberto Constantini y Daniel Desaloms entre otros, tomaron las armas que tenían y lucharon verso a verso junto a un pueblo que se defendía de un invasor, muy superior en número, que nunca entendió nada de este sur y que aún no entiende.
Hamlet, que es amigo de “poema de lunes”, puso en mis manos ese documento con el compromiso de que lo digitalizara y lo presentara en formato pdf para compartirlo con todos. El documento pasa de la página 5 a la página 8, de manera que faltan las páginas 6 y 7.
De todos modos, como pista tenemos que en la página 8 hay el final de un poema de Humberto Constantini, que debió iniciarse en la página 7 y que lo estamos publicando para que si alguno de los amigos de “poema de lunes” tiene información, me la haga llegar, “poema de lunes” estará muy agradecido.
Hoy les presento dos poemas, o mejor dicho, un poema y otro que es el final de un poema (no se preocupen, conserva el sentido). Y ya saben, como dice Silvio, cualquier información la pagare.
Que tengan bonita semana.
Mario
www.quijoteurbano.blogspot.com
El poema completo:
REQUIEM POR UNA ISLA
UPI informa.
OEA asiente.
Marines desembarcan al ataque.
Rebeldes mueren.
¿Han visto que tupé llamarse democráticos?
Los ayudan Fidel, El Che, Cuba.
Qué subversivos, mátenlos, escupan.
La historia es esta:
Santo Domingo fue por treinta años
Dios y Trujillo,
Vale decir, Trujillo y Dios.
Un día el pueblo
Levantó rayos y gatillos,
Cantó por una vez en castellano
Eso fue un tiempo.
Después UPI informó que Junta Militar
Democrática levantose contra gobierno.
OEA asintió
UN estuvo conforme
Chancillerías dijeron sí
Todo va mejor con Coca Cola
La historia se escribió
Una vez más con uniformes.
Amistad eterna entre los dos países punto.
Washington yes, Santo Domingo yes.
Hubo un pequeño sin embargo,
Un no obstante molesto
Ver diarios marzo-abril
Estos latinos…
¿Cuándo sabrán lo que es la democracia?
Entonces los infantes de marina
Salieron de la noche
Con sus M-14,
Con sus cañones,
Con su apoyo de fuego,
El american way of life está en peligro.
¿Otros Castro?
NO THANKS
UPI informa.
OEA asiente.
UN conversa.
Cancillerías tartamudean.
Santo Domingo sigue latiendo
Qué tozudez,
Qué lástima
Juan José Folguerá
El final de poema:
…ocurre
Que viene el mal, la peste, la desgracia,
O para no ir más lejos
Vienen los marines idiotas,
Los cretinos mascadores de chicle,
Odiadores de todo lo que crece
Y desembarcan.
Entonces
Ya no se puede hablar así nomás
Hay que matar la muerte de algún modo,
Hay que pelear con rabia, destruirlos,
Salirles al encuentro como sea
Y además decir,
Decir hijos de puta,
Decir marine yanqui
Hijo de puta,
Decirlo y masticarlo
Y enseñarlo a los chicos
Como un rezo.
Por amor a la vida
Simplemente,
Me parece.
Humberto Constantini
1 comentario:
YANQUIS HIJOS DE PUTA
En realidad
sólo quería decir
eso.
En realidad, la vida
es
pongamos por ejemplo,
una manzana.
Entonces,
uno la mira, la toca,
le hace fiestas,
la besa, le habla
tal vez
hasta dibuja manzanitas
imitándola.
La quiere así, manzana,
rica, pulposa, viva,
indescifrable,
sabia.
Si la quieren romper,
si viene
un bicho, por ejemplo,
un yanqui hijo de puta,
para ser más precisos,
a matarla,
ya no se puede hablar
así nomás de la manzana.
Hay que matar el bicho,
es necesario
odiarlo,
destruirlo.
Es casi obligatorio
decirle hijo de puta
decirle yanqui hijo de puta
todos los días, religiosamente,
y encontrar la manera
de acabarlo.
Por amor a la vida,
simplemente.
En realidad
tal vez
no me he explicado bien.
Si uno tiene,
pongamos por ejemplo,
un amor, una cosa
que le anda por la piel
por todas partes.
Digamos
Buenos Aires.
Digamos
un octubre, un poema, una muchacha.
O digamos la esquina
de Nazca y Tequendama
los domingos, a las seis de la tarde.
(Estoy casi seguro
que había una esquina así en Santo Domingo,
que había un viejo,
una silla,
un cielo inverosímil,
muchachos que volvían del fútbol,
señoras apuradas,
bocinas, qué sé yo
y tal vez
hasta un tipo solitario
como yo
que miraba).
Si uno tiene un amor entonces,
eso que le camina por la piel,
decíamos,
y pasa algo,
ocurre
que viene el mal, la peste, la desgracia
o para no ir más lejos .
vienen
los marines
idiotas,
los cretinos mascadores de chicle,
odiadores de todo Io que crece
y desembarcan.
Entonces
ya no se puede hablar así nomás,
hay que matar Ia muerte de algún modo,
hay que pelear con rabia,
destruirlos,
salirles al encuentro como sea
y además
decir, decir hijos de puta,
decir marine yanqui hijo de puta,
decirlo y masticarlo
y enseñarlo a los chicos
como un rezo.
Por amor a la vida,
simplemente,
me parece.
Humberto Constantini
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