Esta fue una semana de mucha lluvia.
Por suerte para nosotros, Gustav, Hanna y últimamente Ike no penetraron en nuestro territorio, pero las lluvias fueron torrenciales y todavía está lloviendo.
Los días de lluvia predisponen el ánimo a cierta intimidad, nos invitan a declarar amor sin condiciones. Ya Benedetti lo había dicho en "A la izquierda del roble": "...Cuando la lluvia cae en el botánico, aquí se quedan sólo los fantasmas. Ustedes pueden irse, yo me quedo".
Nuestra solidaridad con los pueblos que sí han sufrido el paso de esos huracanes. La población de Gonaives en Haití está inundada y ya van cerca de 500 muertos. Estoy investigando si existe alguna manera de expresar nuestra solidaridad con el sufrimiento del pueblo haitiano, si tengo respuesta positiva les haré saber en la próxima entrega.
Otra noticia de interés para esta comunidad de poema de lunes es que el periodista dominicano Pablo Mckinney, gran hermano y seguidor de poema de lunes, publicó en su columna "El bulevar de la vida", en toda su extension, la entrega del lunes 14 de julio de 2008.
Pueden ver la publicación de forma digital en este enlace.
Bien, ahora a lo nuestro.
Hoy les traigo a Rosanna Acquaroni con dos poemas de su libro "Lámparas de arena"
Que tengan bonita semana.
Mario
Prohibido fijar carteles en la tarde
No alumbro.
No me muevo.
Habito
en el vacío.
Veo
sombras
materias
sobre un cielo de arena que desgarra ventanas.
Tras esta latitud, creer en el abismo
Tras esta latitud, creer en el abismo.
Cegar el lucernario
la claridad que habita en las esferas.
Perpetrar las heridas,
sus pájaros de arena.
La tristeza de un mundo
cuyos frutos caerán como desangelados vaticinios,
presenciarán la discordia de los dóciles.
Mientras el mundo juega a Gran Hermano.
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