jueves, 15 de enero de 2009

Poema de miércoles.






Hermanos:

Luego de la última entrega, un entrañable, un hermano patria o muerte, me ha hecho una reflexión que me obliga a hacer algunas precisiones.

Mi amigo me ha dicho: Mario, se prudente al calificar de delincuente a alguien, porque nuestra justicia, como tu muy bien lo has expresado muchas veces, no es ciega del todo y podría estar actuando alejada de la íntima convicción del juez actuante. Me puso el ejemplo de su padre, que fue un luchador contra la dictadura de Trujillo y a quien conozco y le profeso un respeto y una admiración de leyenda, a su padre, decía, en tiempos de trujillo lo apresaron, lo torturaron y la justicia de la tiranía lo encotró culpable de traición a la patria y le impuso la pena de 30 años de carcel.

Ahora las precisiones.

En el grupo de los cinco ciudadanos convictos que yo, apoyado unicamente en el dictamen de la justicia, califiqué de delincuentes, voy a precisar que el calificativo de delincuentes que les apliqué a todos los indultados lo hice porque así había sido el dictamen de la justicia dominicana y entendí, en su momento, que nuestra justicia, en ocasiones será mala, pero es nuestra justicia.

A la luz de la reflexión de mi hermano, creo que debo precisar que en conciencia, para mi, Vivian Lubrano, a quien no conozco, no debe estar metida en el mismo saco en el que yo mismo la metí junto a los otros cuatro. El caso de Vivian Lubrano tiene tantas manos dentro, que bien pudieran haber sesgado la decisión de la Justicia. Vivian Lubrano, a mi juicio, cometió, de seguro, excesos, y sin lugar a dudas violentó las leyes. Estoy seguro de que no merecía el indulto y de que fue un error el aceptarlo; pero de lo que también estoy seguro, es de que no se le puede meter en el mismo saco de aquel que secuestró las áreas verdes del Kilómetro Nueve de la Duarte y le pidió rescate al Ayuntamiento del Distrito Nacional para entregarlas ( y es bueno resaltar que salió impune de ese latrocinio). A los otros no los conozco, pero como todo dominicano, les conozco su fama y me arriesgo a aceptar, conforme, el veredicto de la justicia.

Ahora a lo nuestro.

El siempre cercano Benedetti nos acompaña con dos poemas hermosos.

Que tengan bonito resto de la semana.

Mario





Quiero creer que estoy volviendo

Vuelvo / quiero creer que estoy volviendo
con mi peor y mi mejor historia
conozco este camino de memoria
pero igual me sorprendo

hay tanto siempre que no llega nunca
tanta osadía tanta paz dispersa
tanta luz que era sombra y viceversa
y tanta vida trunca

vuelvo y pido perdón por la tardanza
se debe a que hice muchos borradores
me quedan dos o tres viejos rencores
y sólo una confianza

reparto mi experiencia a domicilio
y cada abrazo es una recompensa
pero me queda / y no siento vergüenza /
nostalgia del exilio

en qué momento consiguió la gente
abrir de nuevo lo que no se olvida
la madriguera linda que es la vida
culpable o inocente

vuelvo y se distribuyen mi jornada
las manos que recobro y las que dejo
vuelvo a tener un rostro en el espejo
y encuentro mi mirada

propios y ajenos vienen en mi ayuda
preguntan las preguntas que uno sueña
cruzo silbando por el santo y seña
y el puente de la duda

me fui menos mortal de lo que vengo
ustedes estuvieron / yo no estuve
por eso en este cielo hay una nube
y es todo lo que tengo

tira y afloja entre lo que se añora
y el fuego propio y la ceniza ajena
y el entusiasmo pobre y la condena
que no nos sirve ahora

vuelvo de buen talante y buena gana
se fueron las arrugas de mi ceño
por fin puedo creer en lo que sueño
estoy en mi ventana

nosotros mantuvimos nuestras voces
ustedes van curando sus heridas
empiezo a comprender las bienvenidas
mejor que los adioses

vuelvo con la esperanza abrumadora
y los fantasmas que llevé conmigo
y el arrabal de todos y el amigo
que estaba y no está ahora

todos estamos rotos pero enteros
diezmados por perdones y resabios
un poco más gastados y más sabios
más viejos y sinceros

vuelvo sin duelo y ha llovido tanto
en mi ausencia en mis calles en mi mundo
que me pierdo en los nombres y confundo
la lluvia con el llanto



vuelvo / quiero creer que estoy volviendo
con mi peor y mi mejor historia
conozco este camino de memoria
pero igual me sorprendo.



SANTO y/o SEÑA


¿Dónde empieza la niebla que te esconde?
ignoro dónde
¿cómo puedes andar con pies de plomo?
ignoro cómo
¿cuánto cuesta vencer a tu quebranto?
ignoro cuánto

iba a cambiar seña por santo
mas después de vivir lo que se sueña
prefiero permutar santo por seña
aunque no sepa dónde cómo o cuanto.



Mario Benedetti

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