martes, 29 de diciembre de 2009

Nueva manera de mirar






Hermanos:

Este es el último poema de lunes de este año, un año en el que los dominicanos hemos visto crecer el dominio del narcotráfico y la corrupción en nuestra sociedad. Aún así y pese a todo pronóstico tengo fe en el proyecto República Dominicana, que es una forma de decir que tengo fe en la humanidad, porque de eso se trata. La realidad se nos presenta global, mis problemas no son exclusivamente míos, el sufrimiento del niño hambriento en Somalia dejó de ser un problema de los somalíes para convertirse en un problema global.

Muerta la esperanza que nos brindó el socialismo a los jóvenes de la segunda mitad del siglo pasado, seguros de que la esperanza tampoco se encuentra en el capitalismo brutal y sus leyes de la economía de mercado, herida de muerte la esperanza, la humanidad busca una salida.

En los últimos 30 años la economía, la sociología y otras ciencias sociales han recibido los aportes que han resultado del estudio de los sistemas complejos. Parece ser que esos sistemas complejos como el clima, la forma de las costas, la conducta humana, la conducta social y la economía, tienen un orden dentro del caos que se aprecia en apariencia. También parece ser que permiten que emerjan soluciones novedosas.

Hay un grupo de pensadores que ha trillado esos caminos y nos está tratando de explicar qué cosas son necesarias para que la humanidad de un salto cualitativo en sus relaciones, que es lo mismo que decir un salto cualitativo en su realidad.

Han hecho aportes en esa línea de pensamiento Francisco Varela, Humberto Maturana, Peter Senge, Otto Scharmer, Joseph Jaworski y Betty sue Flowers. Los cuatro últimos son autores de Presence: Human Purpose and the Field of the Future.

No he terminado la lectura de Presence, pero ya cuenta con mi simpatía porque los autores proponen una nueva manera de mirar la realidad, una manera que involucra no solamente el intelecto sino todo lo que soy, mirar desde mi ser, que para un creyente como yo es lo mismo que mirar desde la Fe. Esa manera de mirar, a juicio de los autores, es responsable de un cambio en la forma en que nos relacionamos porque mirando así entenderemos que somos parte de algo más complejo que nosotros mismos como seres individuales. La humanidad como realidad social con existencia propia emerge en nuestra conciencia y al emerger en nosotros nos relacionaremos de una manera más apropiada, no como lo hacen ahora las corporaciones que, como no tienen esa mirada desde la totalidad del ser, desde la Fe, sus componentes actúan igual que las células cancerosas, que tampoco tienen conciencia de que son parte de algo mayor y la consecuencia es desastrosa

Bueno, lo importante es que hay esperanza desde la Fe (desde donde nunca se pierde) y desde la ciencia, porque el científico va descubriendo las verdades que ya el místico hacía tiempo que conocía.

Ahora a lo nuestro.

Hoy les traigo a San Juan de la Cruz, poeta y místico español del siglo XVI.

COPLAS...

Entreme donde no supe
y quedeme no sabiendo
toda ciencia trascendiendo.

Yo no supe dónde entraba
pero cuando allí me vi
sin saber dónde me estaba
grandes cosas entendí
no diré lo que sentí
que me quedé no sabiendo
toda ciencia trascendiendo.

De paz y de piedad
era la ciencia perfecta,
en profunda soledad
entendida vía recta
era cosa tan secreta
que me quedé balbuciendo
toda ciencia trascendiendo.

Estaba tan embebido
tan absorto y ajenado
que se quedó mi sentido
de todo sentir privado
y el espíritu dotado
de un entender no entendiendo
toda ciencia trascendiendo.

El que allí llega de vero
de sí mismo desfallece
cuanto sabía primero
mucho bajo le parece
y su ciencia tanto crece
que se queda no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

Cuanto más alto se sube
tanto menos se entendía
que es la tenebrosa nube
que a la noche esclarecía
por eso quien la sabía
queda siempre no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

Este saber no sabiendo
es de tan alto poder
que los sabios arguyendo
jamás le pueden vencer
que no llega su saber
a no entender entendiendo
toda ciencia trascendiendo.

Y es de tan alta excelencia
aqueste sumo saber
que no hay facultad ni ciencia
que le puedan emprender
quien se supiere vencer
con un no saber sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

Y si lo queréis oír
consiste esta suma ciencia
en un subido sentir
de la divinal esencia
es obra de su clemencia
hacer quedar no entendiendo
toda ciencia trascendiendo.

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