domingo, 11 de marzo de 2012

Lunes 12 de marzo de 2012



Hermanos:

Durante el día trato de mantener un estado de ánimo que me permita vivir lo otro, "...el campito de los Peñaloza o los álamos del cementerio".  Es un estado de ánimo en el que los sentidos reciben una información que de alguna manera es procesada con la subjetividad propia de la condición temporo-espacial de quien la vive y es muy rica en significado.

Para sortear las exigencias de la lucha diaria tengo ayudas que quiero compartir:

En www.rezandovoy.org hay un espacio para una reflexión diaria que dura doce minutos y que se puede hacer con audífonos mientras nos manejamos en el caos  del transporte en las ciudades.

La respiración. Detenerse a vivir esa experiencia, tomando conciencia de que respiramos. El OM, ese mantra del hinduismo,  aunque no lo utilizo, estoy seguro de que también ayuda.

Y he dejado para el final un recurso muy de hoy, muy de jóvenes, las redes sociales y en especial el Twitter. Sigo en Twitter a un usuario que lo único que escribe son citas de Joaquín Sabina. El usuario es "sabinaquotes" y tengo que agradecerle sus envíos:

"Minifalda con bici a la espalda y nariz indiscreta, poco más que decir..."

"Se aferra el corazón a lo perdido, los ojos que no ven miran mejor"

"Cantar es disparar contra el olvido, vivir sin ti es dormir en la estación."

"...a menudo los labios más urgentes no tienen prisa dos besos después"

"La luna toma el Sol de madrugada, nunca-jamás quiere decir tal vez."

"La muerte es una amante despechada, que juega sucio y no sabe perder"

Bien, ahora a lo nuestro, aunque siento que estuvimos en lo nuestro desde siempre. Hoy les traigo a Fernando Valverde, un poeta a quien hay que seguirle los pasos porque es extraordinario. Es el autor de un libro de poemas titulado "Razones para huir de una ciudad con frío". Yo no necesito más evidencia.

Que tengan bonita semana.

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspot.com



Madrugadas XII


Y recorrer al niño
que quiso parecerse
al hombre que no ha sido.

Y cada noche verle
llorar en los rincones.

Y cada noche oirle
decir que lo sabía.


No hay comentarios: