domingo, 5 de mayo de 2013

Lunes 6 de mayo de 2013





Hermanos:

Esta será una entrega breve porque estoy de viaje en Miami y aquí el tiempo se hace corto.

En alguna ocasión dije que en Miami la poesía era como la cenicienta, que nunca salía a brillar fuera de casa. En esta oportunidad brilló en la ceremonia de graduación de la "Palm Beach Atlantic University" en West Palm Beach, Florida. De manera que la sentencia se mantuvo porque no brilló en Miami sino en otra ciudad de La Florida. Asistimos a la ceremonia de graduación porque un sobrino muy querido se graduaba y fue una hermosa ceremonia: Los himnos, la solemnidad del momento, el desfile, las banderas, los colores y las palabras de quienes tomaron turno para dirigirse a los graduandos.

No faltaron los consejos a los jóvenes: 

"...aunque no lo parezca esta vida es corta, es necesario asumir la vida y tomar decisiones, es necesario que se cuestionen ¿cuál es el sentido de la vida? ¿qué hago aquí? Vivan con autenticidad, sean veraces y no teman..." 

Hubo quien les habló del coraje y les dijo que etimológicamente coraje tenía la misma raíz que corazón, que era fuerza de corazón, valor; y luego la alcaldesa de la ciudad también confirmó esa idea cuando terminó sus palabras diciendo: "...donde vayan, vayan con el corazón."

A mi me resonaban todas estas ideas porque de alguna manera son temas que hemos tratado. En la entrega anterior, sin ir más lejos, decíamos que la cosa no era "pienso luego existo" sino que más bien era "siento, luego existo"; de manera que no es la razón sino la pasión lo que nos mueve; no es el cerebro sino el corazón.

Luego de la ceremonia fuimos a cenar familiares y amigos del sobrino querido. Una bonita tarde y una bonita noche. Pura vida, como dicen los ticos y que es una expresión que la encuentro tan nuestra, tan de nuestros pueblos...

Bien, hasta aquí la crónica, ahora a lo nuestro.

Hoy les traigo a Oliverio Girondo, enormísimo poeta argentino, disfrútenlo.

Que tengan bonita semana.

Mario



Visita

No estoy.

No la conozco.

No quiero conocerla.

Me repugna lo hueco,
la afición al misterio
el culto a la ceniza,
a cuanto se disgrega.

Jamás he mantenido contacto con lo inerte.

Si de algo he renegado es de la indiferencia.

No aspiro a transmutarme,
ni me tienta el reposo.

Todavía me intrigan el absurdo, la gracia.

No estoy para lo inmóvil,
para lo inhabitado.

Cuando venga a buscarme,
díganle: "se ha mudado."


"Precisamente porque soñamos, tenemos derecho a la utopía; y la vida carece de sentido cuando no la vivimos persiguiendo el sueño"

1 comentario:

Anónimo dijo...
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