Espacio para publicar los poemas que cada lunes envío a mis amigos.
Un ritual de inicio de semana.
Si desea recibir los poemas de lunes envíeme un correo electrónico a quijoteurbano@gmail.com y con gusto lo añadiré a la lista.
lunes, 31 de marzo de 2008
Hermanos:
En la semana participé en la primera de las muchas reuniones que tendrá un grupo de organizaciones no gubernamentales (ONGs) para elaborar una Agenda Nacional Mínima de tres, o a los sumo cinco puntos, que trascienda las fronteras políticas y el corto plazo, y nos permita una planificación nacional, no de grupo político.
En esa reunión participaron cerca de 30 organizaciones de primer y segundo orden (organizaciones simples y coordinaciones de organizaciones simples).
Salí de la reunión esperanzado porque además de ver el esfuerzo y la seriedad con que las organizaciones hacen su trabajo, me conmovió la participación de un joven dominicano que al momento de agotar su turno al habla, dijo que el pueblo dominicano recelaba de esfuerzos como el que estábamos haciendo porque había sido engañado con religiosidad; pero que ellos, es decir, los jóvenes de esa organización, estaban dispuestos a dar el "Salto de Fe, sin condiciones, que fuera necesario para que la esperanza llegara a nuestro pueblo."
No pudo haberlo dicho mejor.
Lo dijo Ángel Pichardo, de Justicia Global.
Bueno, ahora a los nuestro.
Hoy les traigo un poema de otro Ángel, Ángel González, enormísimo poeta español fallecido a principios de este año.
Se trata de un poema en el cual "La Esperanza" es un ave y él nos va llevando por dónde pudo haber volado La Esperanza. Luego finaliza con una sentencia que nos dice por dónde no pudo haber volado, por donde no pudo haber sido vista:
"No en el lugar del pacto, no en el de la renuncia, jamás en el dominio de la conformidad donde la vida se doblega, ¡nunca!
Que tengan bonita semana.
Mario
La Esperanza
Se habla de la esperanza últimamente.
Alguien la vio pasar por los suburbios de París,
allá hacia el año mil novecientos cuarenta y tantos.
Poco después aparecieron huellas de su vuelo en Roma.
También es cierto que desde las Antillas voló un día,
Ya estoy de regreso en Santo Domingo luego de una semana extraordinaria en compañía Patricia, nuestros hijos y sus abuelos maternos.
Estuvimos en Pittsburgh, Pennsylvania, visitando a Laura y Mario que inician su vida de casados en esa hermosa ciudad norteamericana.
Del viaje les quiero comentar la visita que hicimos a la casa de Edgar Kaufmann, diseñada y construida por Frank Lloyd Wright, poeta de la arquitectura o quizás arquitecto de la poesía.
La casa se llama "Fallingwater" y si no fuera porque tengo la certeza de que el nombre es palabra compuesta en idioma inglés, hubiera jurado que se trataba de una voz en lengua de indios pueblos: "Aguacayendo".
Está situada en un parque natural y tiene una interacción tal con la naturaleza, que un arroyo se integra a la casa y los árboles y las rocas son parte del ambiente de la casa misma.
Como ingeniero civil sentí admiración y júbilo al ver las dimensiones de las terrazas en voladizo y la magia de la cáscara plegada en la pasarela existente entre la casa principal y la casa de huespedes.
Como pichón de poeta sólo puedo decir ¡Que agradable sensación la de esta casa!.
Cuánto conocía este hombre la dimensión humana y qué buen intento de acercarla a la divina.
No acostumbro a tomar fotos (bajo el alegato de que no se puede ser espectador, ¡hay que involucrarse!), pero tengo algunas fotos que no puedo publicar porque las reglas de aquel que visita la casa, imponen que toda foto sea de uso privado y de manera expresa prohíben su publicación en Internet. Eso tendrá que cambiar en algún momento, porque luego de que vi la casa, ya esa visión es mía y debería poder compartirla a voluntad, sin lucrar, pero poder compartirla. Esa ventaja tiene la poesía, luego de que sale del poeta, la poesía es de quien la dice o de quien la necesita.
Hoy les traigo un poema que casi estoy seguro de que lo he repetido, pero no puedo colocar otro poema luego de haber hablado de "Aguacayendo".
Se trata de "A la izquierda del roble" de Mario Benedetti.
Que tengan bonita semana.
Mario
A la izquierda del roble
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes pero el Jardín Botánico es un parque dormido en el que uno puede sentirse árbol o prójimo siempre y cuando se cumpla un requisito previo: Que la ciudad exista tranquilamente lejos.
El secreto es apoyarse digamos en un tronco y oír a través del aire que admite ruidos muertos como en Millán y Reyes galopan los tranvías.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes pero el Jardín Botánico siempre ha tenido una agradable propensión a los sueños, a que los insectos suban por las piernas y la melancolía baje por los brazos hasta que uno cierra los puños y la atrapa.
Después de todo el secreto es mirar hacia arriba y ver cómo las nubes se disputan las copas y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes ah..., pero las parejas que huyen al Botánico ya desciendan de un taxi o bajen de una nube hablan por lo común de temas importantes y se miran fanáticamente a los ojos como si el amor fuera un brevísimo túnel y ellos se contemplaran por dentro de ese amor.
Aquellos dos por ejemplo a la izquierda del roble (también podría llamarlo almendro o araucaria gracias a mis lagunas sobre Pan y Linneo) hablan y por lo visto las palabras se quedan conmovidas a mirarlos ya que a mí no me llegan ni siquiera los ecos.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes pero es lindísimo imaginar qué dicen sobre todo si él muerde una ramita y ella deja un zapato sobre el césped sobre todo si él tiene los huesos tristes y ella quiere sonreír pero no puede.
Para mí que el muchacho está diciendo lo que se dice a veces en el Jardín Botánico.
Ayer llegó el otoño el sol de otoño y me sentí feliz como hace mucho qué linda estás te quiero.
En mi sueño de noche se escuchan las bocinas el viento sobre el mar y sin embargo aquello también es el silencio mírame así te quiero.
Yo trabajo con ganas hago números fichas discuto con cretinos me distraigo y blasfemo dame tu mano ahora ya lo sabés te quiero, pienso a veces en Dios bueno no tantas veces no me gusta robar su tiempo y además está lejos vos estás a mi lado.
Ahora mismo estoy triste, estoy triste y te quiero.
Ya pasarán las horas la calle como un río los árboles que ayudan el cielo los amigos y qué suerte te quiero.
Hace mucho era niño hace mucho y qué importa el azar era simple como entrar en tus ojos dejame entrar te quiero menos mal que te quiero.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes pero puede ocurrir que de pronto uno advierta que en realidad se trata de algo más desolado uno de esos amores de tántalo y azar que Dios no admite porque tiene celos.
Fíjense que él acusa con ternura y ella se apoya contra la corteza fíjense que él va tildando recuerdos y ella se consterna misteriosamente.
Para mí que el muchacho está diciendo lo que se dice a veces en el Jardín Botánico.
Vos lo dijiste nuestro amor fue desde siempre un niño muerto sólo de a ratos parecía que iba a vivir que iba a vencernos pero los dos fuimos tan fuertes que lo dejamos sin su sangre sin su futuro sin su cielo un niño muerto sólo eso maravilloso y condenado.
Quizá tuviera una sonrisa como la tuya: dulce y honda.
Quizá tuviera un alma triste como mi alma: poca cosa.
Quizá aprendiera con el tiempo a desplegarse a usar el mundo, pero los niños que así vienen muertos de amor, muertos de miedo, tienen tan grande el corazón que se destruyen sin saberlo.
Vos lo dijiste: nuestro amor fue desde siempre un niño muerto.
Yqué verdad dura y sin sombra, qué verdad fácil y qué pena.
Yo imaginaba que era un niño y era tan sólo un niño muerto.
¿Ahora qué queda? Sólo queda medir la fe y que recordemos lo que pudimos haber sido para él que no pudo ser nuestro.
¿Qué más?
Acaso cuando llegue un veintitrés de abril y abismo, vos donde estés llevale flores que yo también iré contigo.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes pero el Jardín Botánico es un parque dormido que sólo despierta con la lluvia.
Ahora la última nube ha resuelto quedarse y nos está mojando como alegres mendigos.
El secreto está en correr con precauciones a fin de no matar ningún escarabajo y no pisar los hongos que aprovechan para nadar desesperadamente.
Sin prevenciones me doy vuelta y siguen aquellos dos a la izquierda del roble eternos y escondidos en la lluvia diciéndose quién sabe qué silencios.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico aquí se quedan sólo los fantasmas.
Esta semana "poema de lunes" se publica desde la ciudad de Miami, USA. Estoy con la familia unos días en Miami y el martes vamos a Pittsburgh a reunirnos con Mario y Laura, el mayor de los hijos y su esposa, que viven y estudian en esa ciudad norteamericana.
Hoy les traigo una poeta joven, una poesía nueva si se quiere.
Se trata de Laura Colombo. Mexicana por nacimiento y dominicana por origen, creo que vive en México, por lo menos se que ha vivido en México, hija de nuestro Colombo, Ramón Emilio Colombo, periodista dominicano.
Conocí la poesia de Laura hará unos catorce o quince años, un día, al caer la tarde, escuchaba un programa en el que ella recitaba sus poemas. Recuerdo que quedé enamorado de un poema que hablaba de las "... las playas y cocoteros dulces".
Hace unos meses me encontré con Colombo y le pregunté por su hija y por su poesía, él me dijo que Laura había publicado y que su libro se encontraba en las librerías de Santo Domingo.
Compre el libro: "Poesía de sal y arena" y aquí les dejo tres muestras de su poesía. No se a ustedes, a mi se me pone el corazón pequeño.
Que tengan bonita semana.
Mario
Solos
Nos encontramos solos inescrutables, solos y lo que nos lastima no es en sí el estar solos; más bien acompañados por otros que están solos inescrutables, solos.
Cómo no llorar tanto cómo no hacernos viejos si estamos solos, solos... si sólo estamos solos aunque no estemos lejos.
Es posible
Son posibles las horas de tu camino frágil el que te lleva un día el que te trae ahora a lo infinito y noble de la vida incolora.
Es posible que mueras y es posible que vivas en círculos eternos son posibles los días que siguen a tu muerte y atestiguan tu vida.
Es posible que llueva sobre tu cama fría donde naciste ahora y morirás un día.
Es posibleque llueva es posible que tiemble y es posible que calle la muerte mientras vivas.
Tengo toda la noche
Tengo toda la noche metida bajo el alma. La espera interminable, la gota suspendida, suspiro amordazado por la desesperanza.
Tengo toda la noche con todas sus estrellas metidas en mi almohada, metidas con sus picos que me han crucificado como navajas blancas.
Tengo toda la noche. Quien tenga la alborada que se moje las manos en esta inmensa noche... que ya no se levanta.
Durante la semana se celebró en Santo Domingo la Vigésima Cumbre de Presidentes del Grupo de Rio, en la que participan representantes de 20 paises latinoamericanos.
La cumbre estuvo precedida por la sombra de la desavenencia y del conflicto como resultado de la incursión, por parte de militares colombianos, en territorio ecuatoriano cuando persiguieron y dieron muerte al segundo al mando de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
En la crisis diplomática también participó Venezuela, que movilizó tropas a la frontera con Colombia y tomó partido a favor de Ecuador.
Al momento de llegar a Santo Domingo para participar en la Cumbre ya las partes envueltas en el conflicto habían subido el tono de la confrontación y todo parecía indicar que la Cumbre sería el escenario de una gran ruptura.
Gracias a Dios se operó el milagro y las partes terminaron confundidas en abrazos y apretones de manos. Incluso Nicaragua, que había roto relaciones con Colombia antes de la presente crisis, encontró una salida diplomática a su conflicto.
Los presidentes de Ecuador, Colombia, Venezuela y Nicaragua representaron muy dignamente a sus pueblos y para bien de todos se concertó la paz.
Por mi parte me siento muy orgulloso de ser dominicano y de haber sido representado por nuestro presidente, el Dr. Leonel Fernandez, en esa Cumbre.
Latinoamérica tiene muchos retos que enfrentar, no es tiempo de dividirnos sino de apelar a la historia común, al lenguaje, a la cultura y a tantas manifestaciones de la vida que nos unen y de una vez por todas construir un futuro latinoamericano a nuestra imagen y semejanza.
Bien, hoy les traigo dos poemas. El primero es de Armando Tejada Gómez musicalizado por César Isella y cantado por Mercedes Sosa. El segundo es de Neruda y es una reposición que la hacemos porque viene muy bien a la ocasión.
Se trata de Canción con todos y del Canto XII de Alturas de Machu Picchu.
¡Que viva latinoamérica!
En la página de poema de lunes, a partir de mañana lunes, encontrarán vídeos de ambos poemas.
Que tengan bonita semana.
Mario
PD: La semana pasada hotmail tuvo problemas. Los correos de hotmail se devolvieron. Confiamos en que ahora pasarán.
Canción con todos Salgo a caminar por la cintura cósmica del sur, piso en la región, mas vegetal del viento y de la luz; siento al caminar toda la piel de América en mi piel y anda en mi sangre un río que libera en mi voz su caudal.
Sol de Alto Perú, rostro, Bolivia, estaño y soledad, un verde Brasil, besa mi Chile, cobre y mineral; subo desde el sur hacia la entraña América y total, pura raíz de un grito destinado a crecer y a estallar.
Todas las voces todas, todas las manos todas, toda la sangre puede ser canción en el viento; canta conmigo canta, hermano americano, libera tu esperanza con un grito en la voz.
Alturas de Machu Picchu
XII
Sube a nacer conmigo, hermano. Dame la mano desde la profunda zona de tu dolor diseminado.
No volverás del fondo de las rocas. No volverás del tiempo subterráneo. No volverá tu voz endurecida. No volverán tus ojos taladrados.
Mírame desde el fondo de la tierra, labrador, tejedor, pastor callado, domador de guanacos tutelares, albañil del andamio desafiado, aguador de las lágrimas andinas, joyero de los dedos machacados, agricultor temblando en la semilla, alfarero en tu greda derramado, traed a la copa de esta nueva vida vuestros viejos dolores enterrados.
Mostradme vuestra sangre y vuestro surco, decidme: aquí fui castigado, porque la joya no brilló o la tierra no entregó a tiempo la piedra o el grano: señaladme la piedra en que caísteis y la madera en que os crucificaron, encendedme los viejos pedernales, las viejas lámparas, los látigos pegados a través de los siglos en las llagas y las hachas de brillo ensangrentado.
Yo vengo a hablar por vuestra boca muerta.
A través de la tierra juntad todos los silenciosos labios derramados y desde el fondo habladme toda esta larga noche como si yo estuviera con vosotros anclado, contadme todo, cadena a cadena, eslabón a eslabón, y paso a paso.
Afilad los cuchillos que guardasteis, ponedlos en mi pecho y en mi mano, como un río de rayos amarillos, como un río de tigres enterrados, y dejadme llorar, horas, días, años, edades ciegas, siglos estelares.
Dadme el silencio, el agua, la esperanza.
Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.
Apegadme los cuerpos como imanes.
Acudid a mis venas y a mi boca.
Hablad por mis palabras y mi sangre.
lunes, 3 de marzo de 2008
Hermanos:
Como dije en una entrega anterior, el año va rápido. Ya estamos en marzo y hace apenas unos días que estábamos en las arandelas de mi corazón.
El próximo martes 11 de Marzo, en el Auditorio Manuel del Cabral de la Biblioteca Pedro Mir de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD, a las 5:30 PM, será la puesta en circulación del libro "El Fiero" de Hamlet Hermann y que trata sobre Eberto Lalane José, guerrillero de Caracoles.
Hamlet ha invitado a "poema de lunes" a la puesta en circulación de su obra, de manera que aquí les estoy enviando la invitación.
Ahora a lo nuestro.
El próximo sábado, 8 de Marzo, celebraremos el Día Internacional de la Mujer y "poema de lunes" quiere unirse a la celebración.
Hoy les traigo una canción de Mercedes Sosa y Antonio Tarragó y luego un poema de José Pedroni.
La canción se llama "María Va" y pueden escucharla mientras leen la letra en la página de poema de lunes.