Hermanos:
Durante la semana se ha estado celebrando en Santo Domingo la Feria del Libro y como parte de las actividades de esa feria se entregó el "Premio Nacional Feria del Libro Eduardo León Jimenes 2009"
Hoy les traigo a una poeta colombiana nacida en Barranquilla en 1921. Recién conocí su poesía y me ha marcado. La conocí navegando el blog de Mermaid`s Lullaby
Olga Chams Eljach, que así se llama la poeta colombiana, nació en Barranquilla en 1921, hija de libaneses. Sus primeros poemas fueron publicados en 1937 en la revista Vanidades de La Habana, murió el pasado 18 de marzo del presente año. Siempre publicó bajo el seudónimo de Meira Delmar
Aquí les traigo una muestra de su poesía. Díganme si no tengo razónes para quedar marcado para siempre.
Que tengan bonita semana.
Mario
Nueva presencia
Venías de tan lejos como de algún recuerdo.
Nada dijiste. Nada. Me miraste a los ojos.
y algo en mí, sin olvido, te fue reconociendo.
Desde una azul distancia me caminó las venas
una antigua memoria de palabras y besos,
y del fondo de un vago país entre la niebla
retornaron canciones oídas en el sueño.
Mi corazón, temblando, te llamó por tu nombre.
Tú dijiste mi nombre... Y se detuvo el tiempo.
La tarde reclinaba su frente pensativa
en las trémulas manos de los lirios abiertos,
y a través de las nubes los pájaros errantes
abrían sobre el campo la página del vuelo.
Con los hombres cargados de frutos y palomas
interminablemente pasaba el mismo viento,
Y en el instante claro de los bronces mi alma,
llena de ángelus, era como un sitio del cielo.
Una vez, antes, antes, yo te había perdido.
En la noche de estrellas, o en el alma de un verso.
Una vez. No sé donde... Y el amor fue tan sólo
encontrarte de nuevo.
Muerte mía
"La muerte no es quedarme
con las manos ancladas
como barcos inútiles
a mis propias orillas,
ni tener en los ojos,
tras la sombra del párpado
el último paisaje
hundiéndose en sí mismo.
La muerte no es sentirme
fija en la tierra oscura
mientras mueve la noche
su gajo de luceros,
y mueve el mar profundo
las naves y los peces,
y el viento mueve estíos,
otoños, primaveras.
¡Otra cosa es la muerte!
Decir tu nombre una
y otra vez en la niebla
sin que tornes el rostro
a mi rostro, es la muerte.
Y estar de ti lejana
cuando dices "La tarde
vuela sobre las rosas
como un ala de oro
La muerte es ir borrando
caminos de regreso
y llegar con mis lágrimas
a un país sin nosotros
y es saber qué pregunta
mi corazón en vano
por tu melancolía.
¡Otra cosa es la muerte!"
Soneto marinero
Digo tu nombre, mar, tu nombre ardido
de soles y de júbilo creciente,
y el corazón enamorado siente
más clara la presencia del latido.
Velero que navega repetido
por los quietos espejos de la frente,
regresa tu paisaje lentamente
como si retornara del olvido.
Y surge tu comarca marinera
con una trashumante primavera
de espumas en la mano de cristal.
Y tu voz de colores, y tu alada
corona de blancura trabajada
en gaviotas y pétalos de sal.
Meira Delmar
No hay comentarios:
Publicar un comentario