domingo, 21 de noviembre de 2010

Lunes 22 de noviembre de 2010




Hermanos:

Sé que muchos esperan mis noticias acerca de lo ocurrido el viernes pasado, ocasión en que repetimos el acercamiento al Palacio Nacional portando sombrillas amarillas y exigiendo un 4 % del PIB para educación en el presupuesto del año 2011. Pues sepan que nuestra Policía Nacional pasa de la barbarie a la civilización a voluntad. En esta oportunidad daba gusto ver el trato cortés que nos dispensaron. Se llegó a ver a grupos de policías y manifestantes conversando animadamente bajo las sombrillas. Saludamos pues el trato cortés y la conducta democrática exhibida por los miembros de la Policía Nacional el viernes pasado.

No estoy seguro de que esa sea la causa, pero quizás el encuentro cercano con el salvajismo policial del viernes antepasado me llevó a una reflexión profunda acerca de la vida temporal, lo fugaz que puede ser; acerca de la muerte, tan puta y tan cercana...; en fin, que no hay necesidad de esperar a la muerte para mandarse a hacer una buena misa de cuerpo presente. El convocante, yerto en una caja de madera, escucha la semblanza y los panegíricos de quien en vida se llamó..., y siente pasar a los amigos que, desolados, presentan sus condolencias a los deudos cercanos. Si es afortunado, descubrirá algún amor callado que se acerca a llorar desconsoladamente sobre el cuerpo rígido del convocante. En el momento apropiado, el convocante se incorpora, con un gesto de manos calma a la concurrencia, y agradece de corazón la asistencia a los presentes. De paso, regala una mirada agradecida y tierna a aquella que lloró desconsoladamente, y finalmente convoca para otro ensayo general, en el mismo lugar, dentro de cinco años. Después de todo, los que saben de estos temas entienden que hay que pensar en esto como se hace con la colonoscopía o tantas otras pruebas clínicas: Después de los 40, cada cinco años hay que hacerse una buena misa de cuerpo presente.

Bien. Luego de la catarsis, ahora vamos a lo nuestro.

Acabo de regresar de Valle Nuevo, regreso de la sierra y les traigo a Rafael Meyreles Soler, poeta dominicano desconocido, con el más hermoso homenaje a la sierra.

Que tengan bonita semana.

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspot.com



¿Que de dónde vengo?

¿Que de dónde vengo? De soñar luceros,
de beber paisajes en la copa fresca
de los pinos altos. De sentir que el alma
sabe a Dios más cerca.

De bañar de luna mi romance muerto,
de llenar de trinos mi garganta nueva.
De sentirme loco, de sentirme niño,
de contar estrellas.

De cambiar mi alma cansada a destiempo
por un alma nueva, y optimista, y fuerte.
De gozar la vida sin recuerdos necios
de olvidar la muerte.

Vengo de regiones altas y tranquilas
donde por las tardes se duermen las almas
y donde hay locuras de luz en el cielo
todas las mañanas.

Vengo del santuario donde Dios oficia,
del altar divino de la Madre Tierra.
¿Que de dónde vengo? ¿Pero no comprendes?
¡Vengo de la sierra!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimado Quijote:

Interesante... mostrar educación para protestar en favor del presupuesto para la educación...son ejemplo de manifestación democrática, inteligencia, respeto etc.etc...


Es más fácil soñar como el Quijote o arrepentirse como Zaqueo que aceptar una realidad de injusticia. Felicitaciones por tener ese coraje !!!



Saludos,



Yanela.