Hermanos:
Mi mesera, la bella joven que atendía el puesto de café, capuchino, chocolate y bebidas non sanctas, en el bar de pasillo del Centro Comercial, me preguntó cuando me senté en la barra:
-¿Qué desea Señor? ¿Algún café?
-Ya llevo cuatro tazas de café en la mañana y hemos dejado atrás el mediodía... ¿Me das una cerveza?
-Bien fría señor, se lo aseguro. Dijo sonriendo, como sólo las dominicanas saben hacerlo.
Mientras me servía la cerveza, otro cliente se acercó a un extremo de la barra. La otra joven compañera de mi mesera intentó atenderlo, pero mi mesera, que apuraba mi cerveza en el vaso, la detuvo diciendo: No te preocupes, yo lo atiendo.
Mi mesera con el joven en el extremo de la barra, yo, un tanto alejado, con mi cerveza. Que bien sé yo de amores, contares y decires, pero no me valió, no logré descifrar lo que ocurría.
Cuando el joven se fue le dije a mi mesera:
-Te vi apurar la cerveza en mi vaso cuando el joven llegó. Te escuché cuando te ofreciste a atenderlo. El joven no pidió café ni nada. Sin embargo, desde esta lejanía con mi cerveza, les vi muy inocentes, demasiado pudor para dos que se aman...
Su respuesta la llevaré conmigo donde vaya. Me dijo:
-"Es mi amigo querido. Él vino por un beso en la mejilla."
Bien, ahora a lo nuestro.
Hoy les traigo a Mario Benedetti con No te Salves, un clásico. Cuando suceden estas cosas, nada mejor que un clásico.
Además quiero compartirles este vídeo de la experiencia vital de nuestro viaje a Valle Nuevo con la CED.
Que tengan bonita semana.
Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspot.com
No te salves
No te quedes inmóvil al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana,
no te salves ahora
ni nunca, no te salves.
No te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
No dejes caer los párpados
pesados como juicios,
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangres
no te juzgues sin tiempo.
Pero si pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma,
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los parpados,
pesados como juicios,
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas...
entonces...
no te quedes conmigo!!!
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