domingo, 5 de febrero de 2012

Lunes 6 de febrero de 2012



Hermanos:

Los límites de la ciencia, y en particular de la astrofísica, entran y comparten el ámbito de la poesía. Cuando estudiaba en la universidad me enteré del modelo del Big Bang, la gran explosión que dio origen a este Universo en el que vivimos. Básicamente esa teoría explica que existía, antes de la existencia del tiempo y del espacio, una entidad o un punto, en donde estaba concentrada toda la materia. En algún momento, y noten que la palabra momento es una metáfora porque no existía el tiempo; en algún momento, decía, esa entidad o punto explotó y esa materia se expandió, dando origen al tiempo y al espacio. El Universo que vemos ahora es un universo todavía en expansión y es el resultado de esa gran explosión primigenia que tuvo lugar hace alrededor de quince mil millones de años.

A partir de esa explicación de los orígenes, la comunidad científica presentó tres posibles futuros para nuestro Universo, que dependían de la cantidad de materia existente, a saber:

Podría ser que la cantidad de materia existente fuera menor que la necesaria para que la atracción gravitatoria de esa materia detuviera el proceso de expansión del Universo. Si ese fuera el caso, el Universo se expandiría eternamente y como en todos los procesos físicos aumenta la "Entropía", es decir, que disminuye la energía capaz de realizar trabajo; este posible futuro nos lleva a una muerte del Universo por incapacidad total de realizar trabajo. Es lo que se llama la muerte por calor, todo el Universo rondando una temperatura del cero absoluto, menos 273 grados centígrados.

Podría ser que la cantidad de materia fuera exactamente igual a la necesaria para que la atracción gravitatoria de esa materia detuviera el proceso de expansión del Universo. Este caso es similar al anterior en cuanto a la muerte del Universo y la único que nos aporta es más tiempo vivos; y recuerden que en esa escala de tiempo en que nos encontramos, la palabra "vivos" no pasa de ser una metáfora.

Por último, podría ser que la cantidad de materia fuera suficiente para que la atracción gravitatoria de esa materia detuviera e invirtiera el proceso de expansión del Universo. Si este fiera el caso, el Universo dejaría en algún momento de expandirse e inmediatamente iniciaría un proceso de implosión que nos llevaría de nuevo a los orígenes. Es fácil comprender que este tipo de universo se expande y se contrae eternamente, porque es de esperarse que las fuerzas que lo obligaron a expandirse lo hagan de nuevo y así por siempre.

Recuerdo que aplaudí cuando comprendí las posibilidades de ese Universo pulsante. Inmediatamente encontré pistas en la poesía y en las religiones, que apuntaban a la certeza de ese corazón latiendo. La respiración de Brahma, que crea cuando exhala para volver a inhalar y crear de nuevo. Una canción de Federico García Lorca dice que "El canto quiere ser luz, en lo oscuro el canto tiene hilos de fósforo y luna. La luz, no sabe qué quiere. En sus límites de ópalo se encuentra ella misma y vuelve."

Lo cierto es que yo me incliné, con gran júbilo, hacia ese futuro promisorio de un Universo eternamente vivo, que podía permitir de alguna manera enmendar errores cometidos, estrellas vanidosas, planetoides errantes, exterminio de especies e iniquidades varias.

Pues bien, ahora resulta que como consecuencia de la data que aporta el Telescopio Espacial Hubble desde 1998, se ha confirmado que el Universo, lejos de estar reduciendo su expansión, la está acelerando. De manera que no solamente fue el impulso inicial sino que alguna "causa" le está aportando la energía necesaria para aumentar la rapidez de su expansión. La comunidad científica ha llamado a esa causa "Energía Negra" y a su expresión material la han llamado "Materia Negra. Y han estimado que nuestro Universo tiene un 75% de Energía Negra, un 25% de Materia Negra y tan solo un 5% de materia tal y como la conocemos.

Esa comunidad racista de científicos me ha venido a dañar la fiesta. Debo sentarme a procesar la data, a buscar un lugar donde repose cómodo, pero es si, y en esto me asiste la más absoluta certeza; al final, si es que final logra tener sentido, esa comunidad científica tendrá que coincidir con Bramha y Federico

Bien, ahora a lo nuestro. Hoy les traigo a Neruda. Una de sus obras últimas obras fue "El libro de las preguntas" y para mi, cuando pienso en estos misterios de la astrofísica, siento muy válido a Neruda. Aquí les dejo unos cuantos versos de esa obra y el enlace para bajarla entera.

Que tengan bonita semana,

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspot.com


El libro de las preguntas

¿Es este mismo el sol de ayer
o es otro el fuego de su fuego?

¿Cómo agradecer a las nubes
esa abundancia fugitiva?

¿Dónde están los nombres aquellos
dulces como tortas de antaño?

¿Dónde están las Donaldas,
las Clorindas, las Eduvigis?

¿Pero es verdad que se prepara
la insurrección de los chalecos?

¿Por qué otra vez la primavera
ofrece sus vestidos verdes?

¿Por qué se ríe la agricultura
del llanto pálido del cielo?

¿Cómo logró su libertad
la bicicleta abandonada?




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