domingo, 1 de abril de 2012

Lunes 2 de abril de 2012

 



Hermanos:

Como ya saben los que siguen esta costumbre de los lunes, dos o tres veces al año voy con la familia a Valle Nuevo, esa región privilegiada de la geografía dominicana, con clima, flora y fauna de montaña. En esta ocasión fuimos un grupo de amigos que teníamos en común el pertenecer todos a la Coalición Educación Digna, que actualmente lucha porque las autoridades asignen un 4% del PIB a la Educación pre-universitaria, como manda la legislación vigente. Éramos veintitrés:  trece adultos y diez jóvenes, hijos y amigos de los hijos nuestros. Gran fin de semana: Compartir junto al fuego, que es hoguera y hogar, buen ambiente, buena compañía, buen vino y muy buena vibra.

En algún momento de la noche del viernes compartí el poema de Benedetti "A la izquierda del roble". Se me quedaron dos poemas que no quise presentarlos para tener la oportunidad de escuchar el compartir de otros. Hoy los presento en este poema de lunes.

Por otra parte les comento que el jueves pasado tuvimos un día de Seminario-Taller en el que nuestra empresa, la Ruredil Dominicana, participó con el tema "Refuerzo sísmico de estructura con fibra de carbono (CFRP)". Tuvimos una charla que la expuso el Ingeniero Erick Argueta, salvadoreño y presidente de la Fyfe Latinoamérica, que es la empresa fabricante de la tecnología y que nosotros representamos en Dominicana. Luego de la charla tuvimos un taller a cargo nuestro, en el que presentamos una introducción al diseño de refuerzos con esta tecnología. Tanto en la charla como en el taller tuvimos excelente participación del público asistente, y en ambas tuvimos una intensa sesión de preguntas del público y respuestas nuestras.


En otro orden, el próximo martes 3 de abril la Coalición Educación Digna entregará una solicitud de información en el Ministerio de Hacienda, amparados bajo la ley de libre acceso a la información, acerca de por qué se dejaron de entregar 6,788 millones de pesos (174 millones de dólares) al Ministerio de Educación, como lo mandaba la ley de presupuesto y qué se hizo con ese dinero. Los que estén en Santo Domingo y así lo deseen, pueden acompañarnos.

Bien, ahora a lo nuestro.

Como les dije, traigo dos poemas que no compartí en Valle Nuevo por preferir escuchar el compartir de otros, pero la verdad es que ambos poemas tengo que evocarlos cuando me encuentro en ese ambiente que se crea cuando estás frente al hogar (de hoguera), con gente tuya,  de tu misma tribu; contando sucedidos, diciéndose quereres, construyendo utopías,  sintiéndose familia.

Dos poemas. El primero de Don José Pedroni, argentino y el segundo de Rafael Meyreles Soler, dominicano.

Que tengan bonita semana.

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspot.com



 

Entremos

Esta es nuestra casa.
Entremos.
Para ti la hice
como un libro nuevo,
mirando, mirando
como hace el hormero.

Tuya es esta puerta;
tuyo este antepecho,
y tuyo este patio
con su limonero.

Tuya esta solana
donde en el invierno
pesará en tus párpados
tu adormecimiento.

Tuyo este emparrado
que al ligero viento
moverá sus sombras
sobre tu silencio.

Tuyo este hogar hondo
que reclama el leño,
para alzarte en humo,
para amarte en fuego.

Tuya esta escalera
por la cual, sin término,
subirás mi nombre,
bajaré mis versos.

Y tuya esta alcoba
de callado techo
donde siempre novios,
nos encontraremos.

Esta es huestra casa.
¡Hazme el primer fuego!

 

 

 

 

¿Que de dónde vengo?

¿Que de dónde vengo? De soñar luceros,
de beber paisajes en la copa fresca
de los pinos altos. De sentir que el alma
sabe a Dios más cerca.

De bañar de luna mi romance muerto,
de llenar de trinos mi garganta nueva.
De sentirme loco, de sentirme niño,
de contar estrellas.

De cambiar mi alma cansada a destiempo
por un alma nueva, y optimista, y fuerte.
De gozar la vida sin recuerdos necios
de olvidar la muerte.

Vengo de regiones altas y tranquilas
donde por las tardes se duermen las almas
y donde hay locuras de luz en el cielo
todas las mañanas.

Vengo del santuario donde Dios oficia,
del altar divino de la Madre Tierra.
¿Que de dónde vengo? ¿Pero no comprendes?
¡Vengo de la sierra!

 

Rafael Meyreles Soler

 

 

 

 





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