sábado, 25 de agosto de 2012

Lunes 20 de agosto de 2012


Hermanos:

El jueves pasado el Lic. Danilo Medina se juramentó como Presidente de los dominicanos. Su discurso de toma de posesión no pudo haber sido más esperanzador. Dibujó un futuro de vida digna para los habitantes de esta tierra. Entre los compromisos que ratificó se encuentra el asumido con relación al 4% para la educación pre-universitaria. Si logramos hacer realidad la mitad de lo propuesto por el Presidente Medina, seremos testigos del mejor gobierno dominicano de toda nuestra historia.

Noten que he dicho "Si logramos..." y es que en este esfuerzo el Presidente Medina necesitará de todos los dominicanos y dominicanas de buena voluntad, los que anteponen el bien común a los intereses personales,  los henchidos de esta patria amada. Eso si, después de tantas desilusiones ancestrales es necesaria una confirmación de la voluntad política, que no venga en la forma de una palabra escrita o simplemente hablada, sino que venga de la irremediable veracidad de un hecho. En ese aspecto el Presidente Medina pudo haber hecho mucho al nombrar su gabinete. Seleccionó un buen gabinete y lo salpicó con algunos buscavidas. La sociedad civil necesita una señal de hecho que garantice que la voluntad del Presidente Medina es la de hacer realidad ese sueño de vida digna para los habitantes de esta tierra. No palabras. Si da esa señal y si yo conozco a este pueblo dominicano, el Presidente Medina tendrá el apoyo de su pueblo. Y ningún gobernante necesita más.


Bueno, ahora a lo nuestro.

Hoy les traigo a Angel González, poeta español prácticamente contemporáneo, fallecido hará unos dos o tres años y enormísimo poeta.

El tiene un poema llamado Habanera que Pedro Guerra musicalizó junto con él y habla de La Esperanza, de la que hoy nos asiste derecho a tener los dominicanos y las dominicanas.  Les estoy enviando el archivo de audio del poema con Pedro Guerra, les recomiendo que lean el poema escuchando el archivo de audio de Pedro Guerra. Es extraordinario. Disfrútenlo.



Habanera


Se habla de la esperanza
últimamente.

...en donde vivo yo

Alguien la vio pasar por los suburbios
de Paris, allá hacia el año
mil novecientos cuarenta
y tantos. Poco después
aparecieron huellas de su vuelo
en Roma. También es cierto
que desde las Antillas voló un día
tan alta, que su sombra
cubrió pueblos enteros,
acarició los montes y los ríos,
cruzó sobre las olas,
saltó a otros continentes,
parecía...

…ay, que vente conmigo
adonde vivo yo.

Años más tarde,
un profesor ilustre
dedujo de unas plumas mancilladas,
halladas entre sangre
cerca de un arrozal, en el Sudeste
asiático, que ahí
estaba
ella:
en el sitio y la hora de la ira.

...en donde vivo yo

No en el lugar del pacto, no
en el de la renuncia,
jamás en el dominio
de la conformidad,
donde la vida se doblega, nunca.

...en donde muero yo

Enviado desde mi iPad

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