domingo, 13 de enero de 2013

Lunes 14 de enero de 2013




Hermanos:

El pasado viernes en la mañana, cuando apenas había salido de casa hacia el trabajo, Patricia me llamó y me dijo: Mario, en la Av. Bolivar, un poco antes del Colegio de La Salle, hay un grafitti que te va a gustar, no dejes de verlo, está en una pared a mano derecha, en la misma acera del Colegio. Patricia conoce mi devoción por el grafitti, de manera que tan pronto finalizó la reunión de trabajo en la que me encontraba, me las arreglé para llegar a la próxima cita de trabajo pasando previamente por la Av. Bolivar a ver el grafitti.

El grafitti decía: "Sin poesía no hay ciudad". Hermoso.

Santo Domingo es una ciudad medianamente grande con cerca de cuatro millones de habitantes, pero aún es tímida en esas expresiones vivas de poesía urbana. He dicho muchas veces que en Santo Domingo las parejas no se besan en publico. Es como si hubiera una prohibición, como si fuera algo pecaminoso decir amor, decir te quiero. Por suerte existen los abrazos y existe la amistad; porque hay que establecer la diferencia entre el amor de pareja y el amor de amistad. Aquí la amistad se celebra grandemente y en eso somos los mejores, nadie abraza como un dominicano, como una dominicana, cuando nos abrazamos nos decimos te quiero en cuerpo y alma. Pero cuando la cosa ha subido de tono y pasa de amistad y es amor de pareja, no se, quizás es por vergüenza, por temor de ofender susceptibilidades, lo cierto es que un beso encendido de amor no es común en las calles.

Al final de la década de los sesenta, cuando tenía trece años, fui a Puerto Rico con mamá y nos pasamos unos días en las cercanías de la Universidad de Rio Piedras. En esa oportunidad vi un grafitti que me dejó huella, decía: "No hay locura sin amantes ni patria sin estudiantes". Para mi fue una revelación porque el tipo de grafitti al cual yo estaba acostumbrado decía: "Lucha de masas para aislar a Balaguer"

En fin, que hay ciudades en las cuales el actor cittadino sale a las calles a hacer poesía con su accionar urbano, en otras ciudades en cambio, tenemos que encontrar esa poesía en el pregón del que vende ambulante, en la joven que te ofrece dulce de leche en la esquina del semáforo y te agrega: "son de Paya"; es decir, debemos encontrar esa poesía en el accionar urbano de gente que no sabe que la está haciendo.

Pero esa realidad que he dibujado de ciudad tímida, un tanto avergonzada y temerosa de herir susceptibilidades, esa ciudad sin el actor poeta, está por cambiar. Hay una juventud que no tolera zunchos ni sumisiones y está por escribir un "Se acabó" bien grande.

Por eso me gusta tanto el Parque Duarte.

Bien, ahora a lo nuestro.

Hoy les traigo a Mario Benedetti con un clásico, disfrútenlo.

Que tengan bonita semana.

No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces...

no te quedes conmigo.


No hay comentarios: