martes, 17 de junio de 2008

Lunes 16 de Junio de 2008

Hermanos:

Les comento que el jueves pasado, que estábamos a 12 de Junio, la agrupación mexicana Maná presentaba el final de su gira "Amar es combatir" en Santo Domingo.

Asistimos al concierto con la familia, solamente faltaron Mario y Laura que están viviendo en Pittsburgh, USA.

Gran concierto. Hubiese preferido más canciones de las viejas, digamos, más de las canciones que se encuentran en el album Maná umplugged; pero eso es un asunto de preferencias particulares. ¡Fue un gran concierto!

En esa misma línea de pensamiento les comento que el próximo martes primero de Julio, en el Salón La Fiesta del Hotel Jaragua y luego de seis años de ausencia, estará Fito Páez presentando su último álbum llamado "Rodolfo".

Como pueden ver, el verano en Santo Domingo se perfila musical y poético.

Ahora a los nuestro.

Hoy les traigo a un poeta joven, apenas 39 años, Toni García Arias, nacido en Laraxe, La Coruña, España, en Julio de 1969.

Hace apenas unas semanas conocí su poesía en este mar sin calma de Internet y ya me acomoda.

Espero que les guste.

Que tengan bonita semana.

Mario


MATRIZ DE LAS OLAS

Esas marcas de salitre que dejan las olas

sobre la arena

son como nosotros;

restos de espuma que el mar,

impreciso,

no supo pronunciar en futuro.

Y el sol las desvanece.



TODOS LOS PUERTOS I

Cada uno de nosotros encierra un barco

que sueña travesías y playas y un puerto cercano

donde pasar la noche.

Hay latitudes que recogen nuestra infancia

y curan nuestra piel de salitre

con devoción de madre,

hay otras latitudes que aguardan nuestra visita

con piel desconocida.

Hay travesías que nos conducen al horizonte

que se extiende infinito ante nuestros ojos

y hay otras que, sin solicitar permiso, nos regresan.

Hay puertos que nos muestran la ciudad que fuimos

y nos reciben con verbos que dimos por perdidos

y una sonrisa,

y hay puertos que nos aguardan llenos de futuro,

con calles viejas y ruido de burdeles

y una habitación fría y oscura

que acogerá sin preguntas

nuestro cansancio.




LA CASA DE MI INFANCIA

Los recuerdos de mi infancia

caminan sobre las baldosas frías de esta casa

que parece enferma,

arrugada como un anciano invadido de invierno

que aguarda con último quejido

la cálida luz de los veranos.

El abandono ha invadido las paredes

con alma de asesino y dibuja sobre las habitaciones

una cartografía gris, húmeda

que oscurece los recuerdos que apenas permanecen.

Por algún vidrio roto

se cuela furtivo el viento y revuelve la memoria

con voz desconocida.

Duele mirar esta casa,

su imagen aturdida, desangrada,

como nos duelen los años

en los cuerpos de aquellos

que nos son queridos.



FANTASMAS

Hoy he dejado abierta la nostalgia

a los fantasmas,

mis seres más queridos,

por si en mitad de la noche

deciden regresar

a enturbiar mis recuerdos,

o a desvelarme el sueño

con preguntas que ya no sé responder,

que ya no importan.

Han entrado con sigilo

y han desempolvado

el rostro de mi infancia,

el camino aquel

que nunca recorrimos juntos,

una noche de agosto

en que no te besé

y agosto se perdió por siempre.

Mis fantasmas ,en fin,

han ordenado mis errores

según las fechas,

porque a ellos les gusta

remover los recuerdos,

hurgar en las derrotas,

agitar mi mundo.

A mí, de algún modo,

también me tranquiliza su presencia,

observar como recogen mi ceniza

con fervor de centinela,

esparciéndola aquí o allá,

haciéndola, de nuevo, sensible.

Agradezco que durante tanta eternidad

hayan convertido en novedad

lo resignado.

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