domingo, 8 de enero de 2012

Lunes 9 de enero de 2012

Hermanos:

Ya arrancó enero. Feliz año 2012 a todos. La época es propicia para dejar atrás malas costumbres y llenarnos de sanos propósitos. Yo por mi parte, en lo personal, estoy empeñado en reducir de peso y llevar una vida que incluya el ejercicio físico diario. En fin, que con los años he comprendido que tiene razón Patricia cuando me aconseja "dieta y ejercicio" para cualquier dolencia física que me aflija. Aunque ya tengo algunas libras de menos y llevo un programa de ejercicios relacionados con la terapia del hombro, debo confesar que me cuesta mucho el rigor de esa disciplina; de todos modos estoy decidido a mantenerla.

El momento también es propicio para soñar que otro mundo, más humano y más justo es posible. 

En este mundo "Matrix" en que vivimos, al igual que en la película, hay un programa corriendo detrás que nos presenta una realidad, fatal y única,  favorable a los dueños del programa, pero que no necesariamente es única ni fatal, de hecho es ficción y bastaría saber que es así y empezar a mirar con esa mirada que permite que sea el corazón el que miré, no el cerebro; para que las sentencias de ese programa que tenemos corriendo detrás entren en conflicto y empecemos a ver y a sentir la verdadera realidad.

El dinero en sus inicios fue un instrumento de cambio que permitió expresar el precio de los bienes y servicios en función de alguna mercancía particular, en este caso oro o plata, que fuera estable en el tiempo y con cierta universalidad de aceptación. Aquí debemos resaltar que el oro y la plata son estables porque son metales que no se degradan con el paso del tiempo y su valor es fruto directo de la vanidad humana. Pero lo importante es que se podía expresar el precio de, digamos, dos plátanos en función de tantos gramos de oro o de plata.

Posteriormente se inventó el "papel moneda". No sé cómo ocurrió con precisión, pero algún pichón de banquero con cierto prestigio o algún Estado, pudieron haber dado la garantía necesaria para que la población se iniciara con el "Matrix detrás" y confiara en que ese papel moneda representaba gramos de oro o de plata, reposando en las arcas del Tesoro del Estado o en las cajas de seguridad del pichón de banquero.

Ahora sabemos que actualmente no hay ni oro ni plata en las arcas del Tesoro del Estado ni en las cajas de seguridad de los banqueros. Lo que hay es la promesa de pago de los deudores. Así de simple. La masa de papel moneda que recorre el planeta está respaldada por la promesa de pago, a futuro, de los deudores. Ese mecanismo de respaldo monetario parte del supuesto de que el futuro será siempre mejor que el presente, ni siquiera igual, porque la deuda se paga con intereses; pero la realidad nos dice que los recursos tienen límites, no estamos en un mundo de recursos ilimitados. Ese mecanismo está condenado al fracaso y ya ha dado muestras de las fallas. Las crisis económicas globales de esta primera década del nuevo milenio necesariamente se repetirán si no cambiamos el modelo, porque el actual necesita que la deuda crezca para garantizar que la masa monetaria crezca y el dinero retorne, con sus intereses, a los que lo crearon: Los banqueros, con el apoyo de los Estados.

¿Cómo puedo permanecer indiferente cuando la solución a las crisis globales socializan las pérdidas y privatizan las ganancias?

Como ven, de eso se trata ese programa que nos corre detrás sin que nos demos cuenta: Ese Matrix detrás es el que logra que permanezcamos indiferentes ante tanta ignominia.  A los culpables de la mayor quiebra bancaria de la historia de la humanidad no se les pide que pongan de su dinero y sus haberes para salvar a los bancos, por el contrario se toma dinero de los contribuyentes (que al final el dinero sin respaldo es dinero de los contribuyentes) y se rescata con ese dinero a los bancos. Privatización de las ganancias y socialización de las pérdidas. Una ignominia.

Tenemos que empezar a ver claro y a deshacernos de ese programa que corre detrás sin que nos demos cuenta. Ese es mi sueño para este año 2012: Que la humanidad diga basta (ya son muchos los que están diciendo basta)  y empecemos a mirar la verdadera realidad y a construir una sociedad más humana y más justa. Feliz año 2012 para todos y todas, como se dice ahora.

Bien, ahora a lo nuestro.

Hoy les traigo a Mario Benedetti con un poema de su última obra, "Biografía para encontrarme".

Que tengan una bonita semana.

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspotcom


Presagios

Los presagios nos cercan, nos oprimen,
pueden llegar con vivas o con lágrimas,
son quizá las propuestas del futuro
que acuden con su estilo mesurado.

En la vejez, que nos agarra exhaustos,
se le meten a uno entre las canas
y al recibirlos con melancolía
les hacemos un sitio en la memoria.

Los presagios inspiran desconfianza,
mueven sus pétalos agonizantes
y van de a poco fabricando olvidos,
heridas del amor con cicatrices.

Presagios son augurios, vaticinios.
Se entienden con el alma y con la lluvia
y suelen trabajar sobre seguro:
No hay presagio mas fiable que la muerte.

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