domingo, 15 de enero de 2012

Lunes16 de enero de 2012





Hermanos:

Jesús les preguntó: "Qué buscan"
Ellos respondieron: "Rabí (que significa Maestro), ¿Dónde vives?
Jesús les respondió: "Vengan y verán"
"Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día;
serían las cuatro de la tarde." (Juan 1, 35-42)

No sientan temor, amigos del alma. No pienso agotarles con una homilía acerca de ese pasaje del Evangelio. Lo que voy a comentar es más humano, entre otras cosas, porque no tengo la formación ni tampoco me siento con derecho de hablar de lo divino.

En este mundo en el que un día apareces, cincuenta y seis años atrás, rápidamente te vas enterando y recibiendo información de lo que te rodea. Cinco sentidos formales te conectan a ese mundo exterior y te llenan de información acerca del mismo. Como diría Benedetti: "Pero puede ocurrir que de pronto uno advierta..." que hay otras fuentes alternas, fuera de los sentidos formales, que dan información. Y es interesante porque esas otras fuentes a que nos referimos, no tienen su base material en la individualidad del ser humano. Es decir, no existe en el ser humano como individuo, un aparato como el ojo o el oído, capaz de acceder a esa otra información a la cual nos estamos refiriendo. Esa, es una información a la cual sólo podemos acceder porque somos humanidad, no solamente individuos. Las artes, creación humana con cuanto de divino tengamos, son fuente de esa otra información alterna. Para mi fue la poesía: La poesía, por momentos, me descorre el velo que me impide ver el cielo. Queda sólo el aroma.

Por eso me dice tanto el "¿Dónde vives?" y el "Vengan y verán" de los inicios.

En República Dominicana, con unas elecciones presidenciales en mayo próximo, detrás del "¿Dónde vives?" hay todo un pueblo que cuestiona a sus líderes. Detrás del "Vengan y verán" hay la vergüenza de no poder decirlo.

Bien, ahora a lo nuestro.

Hoy les traigo a Antonio Machado, un clásico.

Que tengan bonita semana.

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspot.com


Anoche cuando dormía.

Anoche cuando dormía
soñé, ¡Bendita ilusión!,
que una fontana tenía
dentro de mi corazón.

Di: ¿Por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mi?
Manantial de nueva vida
en donde nunca bebí.

Anoche cuando dormía
soñé ¡Bendita ilusión!
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.

Anoche cuando dormía
soñé, ¡Bendita ilusión!
que un sol ardiente lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
colores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.

Anoche cuando dormía
soñé, ¡Bendita ilusión!
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.

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