lunes, 23 de julio de 2012

Lunes 23 de julio de 2012



Hermanos:

Todavia estoy fuera de casa, regreso el sabado 28 de julio. De manera que la de hoy tambien sera una entrega muy breve. La semana pasada estuvimos en Los Angeles. No la conocía. Es una ciudad muy grande y sin asa por donde asirla. Me explico. Muchas ciudades tienen lugares emblemáticos llenos de vida que las identifican. Son ciudades compactas, para caminar, que se han ido construyendo y desarrollando respetando la escala humana y tienen muchas asas por donde asirlas: Las Ramblas de Barcelona, el Corcovado de Río y asi, podríamos decir que bajo ese criterio la ciudad que más facilmente podemos asirla y hacerla nuestra es Roma, la capital del mundo. A Los Angeles le falta eso. No encontré por donde asirla y hacerla mía.

Ahora estamos en Pittsburgh con nuestro hijo mayor y esa es otra historia. Hermosa ciudad entre ríos y llena de estudiantes.

Hoy fuimos a conocer una de las maravillas de la naturaleza, las Cataratas del Niagara. Un viaje de cuatro horas que valió la pena. La experiencia incluyó un paseo en un pequeño barco que nos llevó hasta el mismo chorro de agua. Cómo decirle no a esas ganas de vida pese a todo.  Salimos empapados y felices como niños. Al regresar consegui unos ponchos amarillos y Patricia y yo nos tomamos una foto promoviendo el 4% para la educación y la envié a los compañeros de la Coalición Educación Digna: Promoviendo el 4% en las Cataratas del Niagara.

Bien, ahora a lo nuestro.

Hoy les traigo un poema de Silvio Rodríguez. Disfrútenlo.

Que tengan bonita semana.

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspot.com


Hoy no quiero estar lejos de la casa y el árbol

Hoy no quiero estar lejos de la casa y el árbol.
Hoy quisiera estrechar mi ciudad sumergida.
boca de los corales, alma de las esponjas,
dureza de las piedras que se encuentran a veces,
ojos de las estrellas de mar y los peces.

Hoy te quiero cantar más allá, 
más allá de donde ha de llegar 
la canción.


Cómo voy a cambiarle el color a una ola.
Qué se puede querer si todo es horizonte.
Qué le voy a enseñar a la suma del viento.
Qué le puedeo objetar a una noche estrellada
con mi vela amarilla y mi proa emparchada.

Hoy te quiero cantar más allá, 
más allá de donde ha de llegar 
la canción.

Hoy no quiero estar lejos de la casa y el árbol.
Cada rizo del suelo es un sueño contado,
algo como un recuerdo, una imagen, un beso.
Y en la espalda del día se queda ese algo.
Hoy no quiero estar lejos de la casa y el árbol.

Hoy te quiero cantar más allá, 
más allá de donde ha de llegar 
la canción.

Mi canción.

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