domingo, 9 de agosto de 2009

Lunes 20 de julio de 2009







Hermanos:

Acabo de regresar de Valle Nuevo, un pequeño valle en la cordillera central de nuestra isla. A los amantes de la montaña y la naturaleza les recomiendo el viaje. Se pueden hospedar en las cabañas de Villa Pajón en medio de los pinos, la niebla y el frío.

En Santo Domingo la poesía está un poco menos a flor de piel, pero se encuentra. El jueves pasado asistí a una tertulia en la que Hamlet Hermann nos habló de la ciudad de Santo Domingo, de sus transformaciones y sus necesidades insatisfechas y al finalizar, respondiendo a una pregunta, dijo que él tenía esperanzas en el futuro de la sociedad dominicana porque en la época de las guerras de independencia los que la hicieron eran llamados "los muchachos"; los que se enfrentaron a Trujillo en las invasiones de Luperón del año 1949 y en la del 14 de Junio de 1959 eran "los muchachos"; dijo también que en la Revolución de Abril, que enfrentó a los norteamericanos, "los muchachos" tuvieron una participación destacada; aseguró que luego de esa gesta, Balaguer se había encargado de matar a "los muchachos"; y que actualmente ya están de nuevo "los muchachos" reclamando su espacio.

Escuchar a un luchador que no ha pactado nunca, sobreviviente de guerrillas, poner en los hombros de los muchachos las esperanzas, es una declaración de amor a la vida llena de poesía. Amen, que se cumpla.

Ahora a lo nuestro.

Hoy les traigo de nuevo a Fernando Valverde, nacido en Granada en 1980. Este es un poema de su libro "Razones para huir de una ciudad con frío". A este joven poeta de apenas 29 años hay que seguirle la pista de cerca, es extraordinario!!!

Que tengan bonita semana.

Mario
www.quijoteurbano.blogspot.com
www.poemadelunes.blogspot.com




VOCACIÓN Y ARGUMENTO

Yo quisiera contarte
el vacío gastado de estas cuatro paredes,
la lluvia que ha caído desde que el tiempo sabe
mirarme con desprecio como un bufón que ríe
con la cara pintada y unas lágrimas sucias.


Yo quisiera decirte
que aquí todo resulta parecido al invierno,
que diciembre es más dócil que cualquier escondite,
que un viento seco queda detrás de las mentiras,
de los miedos tramposos y los presentimientos.

Yo quisiera encontrarte
aquí para olvidar que el mundo es mundo,
para abrazarnos fuerte
y ver la infinitud de cada compromiso,

reconocer los márgenes de las palabras justas,
olvidar los inviernos y el vacío gastado
de estas cuatro paredes.


Yo te dije que siempre
los poemas resultan ser ficción contenida.


Sobrevivamos pues
más allá de los versos y la literatura,
por encima de trenes y paisajes,
por detrás de las voces que suceden
pidiendo explicaciones a cada expectativa.


Si es cierto que supone una renuncia
la sensación que oprime el pecho hasta dejarlo
justo, desvalido, emocionado a veces,
hablemos del calor de las habitaciones,
de las sábanas sucias y la pasión perdida,
de todas las traiciones que esconden los armarios,
del tedio y de las cartas
que escriben los soldados cuando se están muriendo
de miedo en las trincheras,
como un enamorado que sostiene
la vida en un abrazo arrepentido.


Tal vez entonces sea posible ese milagro
en el que creen los libros de versos que leemos.


No es tan sólo cuestión de perspectiva.
Quedémonos mirando la verdad
de los versos que cuentan historias inventadas.
Recuérdame en paredes que permanecen justas
y que miran nerviosas cómo pesan los días.


Yo te traje a mis noches sin saber que buscabas
una luz que durase mucho más que un segundo.


Aun así permanece,
que ceder a los límites de las eternidades
es más cuestión de fe que de palabras.


Acerquémonos pues a nuestra soledad.

2 comentarios:

Abril dijo...

Me gusta tu blog y la selección de hermosos poemas que hay en él.
Hay pocos lugares en este mundo en el que la gente trata de ser feliz, sin pisar las margaritas del camino...

Saludos.

quijoteurbano dijo...

Gracias Abril!!

Abril es el mes más cantado por los poetas!!