domingo, 9 de agosto de 2009

Lunes 6 de julio 2009




Hermanos:

Resulta y viene a ser que ahora fue cuando entré de lleno en la era de la comunicación y sospecho, por el entusiasmo desbordado con que voy trabajando el tema, que esa experiencia bien podría estarme encaminando hacia el desarrollo de una tercera adolescencia.

Estoy viviendo "On Line" permanentemente con un Blackberry, o BB (pronunciado "bi-bi") como dicen los jevitos, que en la jerga urbana de Santo Domingo son los adolescentes postmodernos, despreocupados; bien conectados vía electrónica, impersonal, atrincherados, sin riesgos; y con muy pobre conexión de viva voz y de cuerpo presente, sin trincheras ni escudos, expuestos a los riesgos.

El asunto se complica porque el celular tiene el atractivo de una red interna que permite la comunicación directa entre los usuarios de esos útiles aparatos. Para un jevito no debe ser motivo de especial cuidado el pedirle el "bi-bi Pin" a una jovencita por la cual suspira (y es harto conocido que el adolescente suspira por toda jovencita); pero para un cincuentón temprano, acostumbrado a arriesgarlo todo, a entregarse entero, eso de andar pidiendo el "bi-bi Pin" es un asunto de cuidado.

Por mi parte, no le pido "bi-bi Pin" a varón alguno. Si acaso es necesario le pido su número de contacto Blackberry que ya es otra cosa. A la mujer, temblando y a sabiendas de estar arriesgandolo todo, me aventuro y le digo: Dame tu "bi-bi Pin"

Luego de esta locura cibernética vamos a lo nuestro.

Hoy les traigo a Fernando Valverde, nacido en Granada en 1980.

Que tengan bonita semana.

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspot.com



APARIENCIA


Una ciudad enferma es un invierno frío,
un invierno tan frío como el dolor sin viento,
un rincón es un verso,
un huracán un águila,
agosto una mentira.

Las cosas nunca son lo que parecen.

Lorca es la luna quieta
sobre el estanque rojo,
Neruda un animal
que se retuerce y llora.

Tampoco los poetas.

Borges cogió del tiempo su descaro,
Vallejo jamás leyó a Cernuda,
Cernuda nunca quiso una mirada
que pudiera salvarle,
Miguel Hernández tuvo
en su mano un fusil,
y Alberti que fue un pájaro
azul como las olas...

Los poemas que duelen son de todos,
la razón de los días está en ti,
el tiempo no comprende la existencia,
y la ciudad aún duerme,
todos duermen...

La noche es un lugar para el olvido.

La niebla nunca suele acomodarse,
los barcos que se hunden son ciudades
en el fondo del mar,
la música es el eco de un lugar muy profundo,
las palabras son cofres que contienen
una parte de ti que pretende ser pájaro.

Y hay un lugar que tiembla,
los lugares que tiemblan son paisajes,
paisajes parecidos a septiembre,
cartas que son espera,
direcciones de viento que procuran
recibir un adiós cuando es octubre
y nada se parece al equilibrio
de aquello que has amado.

La muerte es un instante que ya es nuestro,
el frío una razón para sentir
el calor de los otros.

Nada aquí se parece a su contrario,
este dolor tan simple es un desierto.



(MADRUGADAS XII)


Y recorrer al niño
que quiso parecerse
al hombre que no ha sido.

Y cada noche verle
llorar en los rincones.

Y cada noche oírle
decir que lo sabía.





(MADRUGADAS XIV)


Ven y dime al oído
que te has vestido hoy
pensando en desvestirte frente a mí.

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