domingo, 23 de mayo de 2010

Ni un paso atrás






Hermanos:

Al momento de escribir este poema de lunes acaba de finalizar el proceso electoral para elegir, por una parte, a Senadores y Diputados al Congreso y por otra a Alcaldes y Regidores a los Ayuntamientos en Dominicana.

Si yo con 54 años miro hacia atrás tengo que reconocer que hemos avanzado. Hay que saber que en las primeras elecciones en las que ejercí mi derecho al voto, en 1974, los miilitares andaban en las calles haciendo política, y persiguiendo y matando a desafectos al régimen de Balaguer. Los partidos de oposición agrupados en el "Acuerdo de Santiago" y los del Bloque de la Dignidad Nacional se retiraron del certamen electoral y a pocas horas del mismo se presentó como candidato un General retirado de la Marina de Guerra, Luis Homero Lajara Burgos, para legitimar unas elecciones que desde antes del certamen ya eran fraudulentas. En esa oportunidad entré en la caseta de votación, rompí todas las boletas y las coloqué, ya rotas, en el sobre votación y luego en la urna.

Desde esas elecciones hasta las de hoy se ha recorrido un camino que, con sangre, ha llegado a un proceso electoral en el que los militares no participan abiertamente y si lo hacen encuentran a algún civil que les sale al paso. Un proceso electoral en el que no se persigue a nadie, los votos se cuentan y el resultado de las elecciones se conoce con relativa rapidez; pero falta mucho para sea un proceso basado en la equidad y la igualdad de condiciones.

La democracia que hoy tenemos los dominicanos ha avanzado porque los métodos utilizados para retener el poder son más sutiles que el método de los desaparecidos y los cadáveres en las calles, pero seguimos teniendo una trampa en el nido.

Lo primero que tenemos que denunciar es que los candidatos a cargos electivos han sido seleccionados por sus partidos, en una gran mayoría, sin elección democrática sino señalados de dedo y en muchos casos resultado de negociaciones y pactos entre seguidores dentro del partido y negociaciones y pactos con otros partidos. Esa condición le resta representatividad al candidato, que no se debe a su comunidad sino al caudillo que lo seleccionó de dedo o al grupo que logró que se colara en el pacto. Una trampa en el nido.

La segunda denuncia de desigualdad del proceso se refiere a las sumas millonarias en dólares que se necesita para aspirar a una posición electiva. El único camino que le queda a un líder comunitario que desea servir a su comunidad desde una posición electiva es pactar con el mal. Pactar con un partido, pactar con un grupo empresarial o pactar con el narcotráfico y el bajo mundo. Ha debido pactar con su comunidad. Una trampa en el nido.

Otra realidad que refleja la desigualdad en las oportunidades es el caso del "Barrilito" y el "Cofrecito" que son incentivos que reciben los Senadores y Diputados al Congreso Nacional y que por el monto de los mismos pueden marcar la diferencia entre un Senador que aspira a reelegirse y un ciudadano que aspira a ser electo Senador. Para ilustrar el caso digamos que los Senadores dominicanos reciben, aparte de su sueldo, un incentivo que va desde diez mil hasta cuarenta mil dólares mensuales. El Presidente norteamericano, ese dueño del mundo, gana menos que el Senador dominicano que más gana. El Senador norteamericano que más gana, gana menos que ocho de los treinta y dos Senadores dominicanos. La justificación de esos incentivos es que los Senadores y Diputados deben atender necesidades de sus comunidades. Irresponsabilidad Estatal y fortalecimiento del clientelismo. Una trampa en el nido.

Bueno, basta ya de Senadores, Diputados, trampas y nidos. Vamos a lo nuestro.

Hoy les traigo a Pedro Mir, poeta dominicano, bandera nacional, con su poema "Ni un paso atrás". Disfrútenlo.

Que tengan bonita semana.

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspot.com




Ni un paso atrás

Árbol de luna que obedece al clima
en un sistema de nocturnidad,
no permitas que el muérdago te oprima.
Ni un paso atrás.

No permitas que el largo regimiento
de los años de crimen pertinaz,
te toque el hombro con el pensamiento.
Ni un paso atrás.

Que la alta flor que de tus ramas brota
en este chapuzón de libertad,
no pierda en miel ni la más breve gota.
Ni un paso atrás.

Ni un paso atrás, soldados y civiles
hermanados de pronto en la verdad.
La vida es una sobre los fusiles,
que no hay trincheras para los reptiles,
de malos nuestros a extranjeros viles.
Ni un paso atrás.

La libertad como un antiguo espejo
roto en la luz, se multiplica más,
y cada vez que un trozo da un reflejo
el tiempo nuevo le repite al viejo:
Ni un paso atrás.

Ni un paso atrás, ni un paso atrás,
ni un paso de retorno al ayer, ni la mitad
de un paso en el sentido del ocaso,
ni un paso atrás.

Que en la lucha del pueblo se confirme,
-sangre y sudor- la nacionalidad.
Y pecho al plomo y la conciencia en firme.
Y en cada corazón... ni un paso atrás.

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