domingo, 29 de mayo de 2011

Lunes 30 de mayo de 2011





Hermanos:

En algún momento comenté que los domingos soy panadero. Les llevo el pan de la mañana a dos sobrinas, una prima y a mamá. Hoy, que en Dominicana es día de las madres, acompañé el pan con tantas rosas como niñas hubiese en la casa.

De manera que en casa de Claudine, mi sobrina, dejé rosas para ella y para Ana Lía y Andrea sus hijas. En casa de Maribel, mi prima, dejé rosas para ella y para Nicole, su hija. En casa de Suzanne mi sobrina, dejé rosas para ella y para Gabriela y Priscila, sus hijas. Y por último, en casa de mamá, la menor de las niñas, dejé rosas para ella y para Ivelisse, la joven que la acompaña.

En una esquina a dos cuadras de casa, sobre la acera, hay un puesto de flores desde hace un par de años. Para mi es un paso obligado al llegar a casa porque queda en mi ruta y la verdad es que ese puesto de flores engalana el entorno.

Esta mañana, bien temprano, fui a buscar las rosas de las madres. La marchanta, una negra bella, me recibió con una sonrisa.

-Buenos días señora, quisiera unas rosas, quince por lo menos.

La marchanta me mostró dos ramos de rosas. -Me gusta ese. Le dije, señalando aquel que tenía más cerrados los botones y añadí: -Están hermosas.

-Gracias, señor, ya tengo mi floristería. Dijo, señalando un pequeño local justo en la esquina al frente del puesto de la acera.

-Qué bueno señora.

-Le puse "La mano de Dios" porque fue él que me ayudó.

-Amén señora, que Dios la bendiga, feliz día de las madres.

-Gracias señor, bendiciones para usted.

-Amén, señora.

...En su guante de hierro
Hay una flor naciente
Y en lo íntimo de su alma
como un dulzor de miel.

Rubén Darío


Bien, ahora a lo nuestro.

Hoy les traigo a Trina Moya de Vásquez, poeta dominicana, con un hermoso himno a las madres.

Que tengan bonita semana.

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspot.com


Himno a las madres

Venid los moradores del campo y la ciudad
Y entonemos un himno de intenso amor filial,
Cantemos de las madres la ternura, el afán,
Y su noble atributo de abnegación sin par.

Celebremos todos la fiesta más bella,
La que más conmueve nuestro corazón,
Fiesta meritoria que honramos con ella
A todas las madres de la Creación.

Quien como una madre con su dulce encanto
nos disipa el miedo, nos calma el dolor,
con sólo brindarnos su regazo santo
con sólo cantarnos baladas de amor.

De ella aprende el niño la sonrisa tierna
El joven, la noble, benéfica acción,
Recuerda el anciano la oración materna
Y en su alma florece la resignación.

Venid los moradores del campo y la ciudad
y entonemos un himno de intenso amor filial,
cantemos de las madres la ternura, el afán
y su noble atributo de abnegación sin par.

Cubramos con flores la tumba sencilla
De madres que moran en la eternidad
Y ornemos con flores la frente que aún brilla,
Aún brilla y esplende la maternidad.

Para ella escojamos frescas azucenas
Simbólicas flores del alma ideal,
Blanca como el alma de las madres buenas
Y con algo místico y sentimental.

Albas estrellitas nítidas hermanas
De las que circundan la divina sien,
De la que es modelo de madres cristianas
Madres de Dios Cristo nacido en Belén.

Venid los moradores del campo y la ciudad,
Y entonemos un himno de intenso amor filial,
Cantemos de las madres la ternura, el afán,
y su noble atributo de abnegación sin par



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