martes, 6 de febrero de 2007

Lunes 5 de Febrero de 2007

Hermanos:

En los años 70 había un programa radial que para mi era toque de queda.

Lo producía José Enrique Trinidad y se llamaba El Gran Musical, que se transmitía de lunes a viernes por Radio Popular de una a dos de la tarde.

En ese programa escuché los poemas de una poeta venezolana (detesto decir poetisa) que se decía había intentado venir a Siete Días con el Pueblo pero que el gobierno de Balaguer no le había permitido entrar al país argumentando que era demasiado comunista. Se trata de Gloria Martín.

He hecho grandes esfuerzos por conseguir su obra poética, pero no lo he logrado.

Sé que es docente en la Universidad Central de Venezuela, me he comunicado con profesores que la conocen.

Conozco por lo menos un libro publicado por ella que se llama “El Perfume de una Época”, pero no he logrado obtener un ejemplar.

Esta semana les presento dos poemas de esta joven de los setentas.

Los traigo a pura memoria, de manera que si advierten algún error, sean indulgentes conmigo.

Que tengan bonita semana.

Mario



Poema 1

Yo quiero que me tengas como nueva,
yo quiero que me estrenes cada día,
yo quiero que me tengas como aquello

que no conoces mucho todavía.


Aunque pasen los años,

aunque pase la vida,

aunque pases tu mismo,
y aunque pase yo misma.


Yo quiero que me dejes sorprenderte,

yo amo tu pasión y mi desidia,
Yo quiero que rebusques en mis manos

lo que no se ha te perdido y lo consigas.

Aunque pasen los años,

aunque pase la vida,

aunque pases tu mismo,
y aunque pase yo misma.


Yo quiero que no vengas a buscarme

con el color de un lápiz de oficina,

yo quiero que tu sueño, se haga grito,

y que huelas a noche y a vendimia .

Aunque pasen los años,

aunque pase la vida,

aunque pases tu mismo,
y aunque pase yo misma.


Amo la anticostumbre,
con sus cadenas de humo
que no deja que el amor sea un producto de consumo,
que no deja que el amor sea un producto de consumo.


Gloria Martín



Poema 2

Yo tenía una almohada

Una casa sencilla,

Un perro, una escalera

y una estrella, amarilla…

Y esperaba la vida

Y eso era la vida.

Y era feliz del todo

Pero no lo sabía…

Pero no lo sabía…

Pero no lo sabía…


Gloria Martín


1 comentario:

todito dijo...

Para cortarse las venas...