Lunes 12 de abril de 2010

Hermanos:

Durante la semana vi una película argentina que les recomiendo encarecidamente. Se trata de "El secreto de tus ojos", de Juan José Campanella; con Ricardo Darín, el mismo actor de Nueve Reinas ( en un principio escribí ¨Siete Rosas", luego advertí que no eran siete sino nueve y no que eran rosas sino reinas...:)). Es una película que llega para quedarse y sé que la llevaré conmigo largo tiempo. Si pueden, no dejen de verla.

En otro orden les comento que estoy trabajando, junto a un grupo de dominicanas y dominicanos, en preparar un proyecto de formación en incidencia municipal. En Dominicana la falta de formación de las grandes masas y sus necesidades insatisfechas son el caldo propicio para que prospere el clientelismo. Ahora que estamos inmersos en una campaña electoral para las próximas elecciones congresuales y municipales del 16 de mayo, se ha hecho de nuevo evidente la ausencia de ideas en los candidatos. Aquí gana el que más dinero tiene para dar y para promover su candidatura. "Fulano el mejor!!", "El otro, "el Diputado en quien se puede confiar!!!", otro más, "El Alcalde que trabaja para ti!!!". Todas palabras huecas, sin realidad que las respalde y sin programas ni ideas que le den fundamento. Es necesario formar núcleos de ciudadanos en cada municipio y dejarlos funcionando. Crear los Comités de Incidencia Municipal. Bueno, en eso trabajamos.

Ahora a lo nuestro.

Hoy vengo clásico. Les traigo a Becquer, Gustavo Adolfo, con una muestra de dos de sus Rimas.

Que tengan bonita semana.

Mario
www.poemadelunes.blogspot.com
www.quijoteurbano.blogspot.com


RIMA IV

No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a dó camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!



RIMA XXX

Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.

Yo voy por un camino; ella, por otro;
pero, al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día?
Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?